Así fue la huida a Murcia del asesino del campo de tiro: 570 kilómetros de terror tras confesar el crimen a sus rehenes
Roger, el joven de 20 años que mató al encargado de un campo de tiro de Canovelles, secuestró a dos jóvenes y las obligó a llevarle hasta Murcia
En el trayecto de más de 570 kilómetros, el joven confesó a sus rehenes que acababa de asesinar a un hombre hace solo unas horas
Un joven de 19 años que se presentó a las pruebas del Ejército, el presunto asesino del responsable de un club de tiro de Barcelona
Poco a poco, a cuentagotas, se van conociendo detalles de la muerte violenta del encargado de un campo de tiro de la localidad barcelonesa de Canovelles. El autor de los disparos es un joven de 20 años llamado Roger que emprendió después una larga huida tomando a dos rehenes hasta que llegó a Murcia, donde ha sido finalmente detenido.
La Policía tuvo que reducirle para lograr detenerle ya que el joven de 20 años llegó a empuñar una de las armas que llevaba consigo y apuntó a los agentes. Fue entonces cuando ellos tuvieron que abalanzarse sobre él. Todo ha ocurrido a las 08:00 horas de la mañana del domingo 9 de abril. Ahora, se ha podido conocer gracias a las fuentes policiales que el joven no se está mostrando nada colaborador. Sin embargo, va a tener que pasar a declarar ante el juez en las próximas horas.
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El asesinato del encargado del campo de tiro
Los vecinos de Canovelles han asegurado que Roger vivía en la localidad barcelonesa y que llevaba muy poco tiempo apuntado al campo de tiro en el que asesinó al encargado. Fue a última hora de la tarde del sábado 8 de abril cuando, sin mediar palabra, disparó hasta en cinco ocasiones contra el encargado de las instalaciones del campo de tiro.
Según los testigos, Roger le pidió al empleado un cambio de armas. De repente, el joven le disparó una y otra vez. Hasta en cinco ocasiones. Cuando llegaron los equipos de Emergencia no pudieron reanimarlo y murió.
La huida de película del asesino
Mientras, el joven agresor emprendió una huida de película. Recorrió unos 30 kilómetros hasta este servicio de autolavado en Pedralbes. Allí secuestró a dos veinteañeras que viajaban en coche. Con total sigilo, nadie lo vio raptarlas.
Fue entonces cuando las obligó a llevarlo hasta Murcia. Condujeron toda la noche: 573 km de terror, amenazadas de muerte por el agresor armado con una pistola y un revolver. Además, en el trayecto les confesó que había matado a un hombre hacía tan solo unas horas.
El viaje de auténtico pánico acabó en el centro de Murcia y allí las liberó. Ellas avisaron a la Policía que lo detuvo cuando estaba a punto de coger un tren. Así terminan 12 horas de extrema violencia y secuestros de este joven.
El ministerio de Defensa confirma que estuvo muy poco tiempo en el Ejército de Tierra y se dio de baja voluntaria. El porqué de su crimen aún es un misterio.