En el que es ya el tercer día de búsqueda del marinero que permanece desaparecido tras el naufragio del barco pesquero Vilaboa Uno frente a la costa de Santander, que se ha cobrado la vida de dos de sus tripulantes, un robot se suma a los trabajos para localizarle. Se sumergirá a 120 metros de profundidad para tomar imágenes del buque, donde se cree que puede encontrarse Walter Ferreira.
Ayer, en medio del desconsuelo y la desesperación, las familias de los pescadores fallecidos exigían en el puerto de Santander que se aclaren las causas del fatal accidente. En el lugar, donde se celebró un emotivo minuto de silencio, la hermana de uno de los marineros muertos pedía explicaciones sumida en el dolor: “¡A nosotros, la familia de Francisco San Pedro Faleato, nadie nos ha llamado¡ ¡Nadie! ‘No sabemos si es él, si no es él. ¡No le hemos visto!”, exclamaba ante una muchedumbre congregada en el lugar.
Entre ellos estaba también la mujer del marinero desaparecido, Walter Ferreira, y sus hijos: “¡Necesito que busquen el cuerpo de mi esposo! ¡Por favor, que no paren de buscarlo! ¡Por favor!”, exclamaba sin poder contener las lágrimas.
El mecánico de la embarcación sigue desaparecido. La búsqueda, a 120 metros de profundidad, donde se encuentra el Vilaboa Uno hundido, cuenta hoy con la ayuda de un robot que permitirá “obtener imágenes que permitan de forma más concreta saber cuál es la situación”, en palabras del ministro de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas.
Su aportación puede ser clave, porque hasta el momento los buzos de la Guardia Civil no han podido acceder al barco pesquero para comprobar si el marinero peruano se encuentra dentro.
Con este vehículo submarino a control remoto, podrán analizar la situación y comprobar si ese es el paradero del desaparecido.
En las labores de búsqueda trabajan el Helimer 202, la Salvamar Deneb, el remolcador María de Maeztu, pesqueros que están en la zona del naufragio, la patrullera y el helicóptero de la Guardia Civil, y el del Gobierno de Cantabria.
Mientras, continúa la investigación de un naufragio que sigue siendo inexplicable: “No se conocen casos así, y menos en barcos de acero”, tal como asevera Emilio Coronas, Patrón Mayor de la Cofradía de Santander.