Mar, una gaditana de 18 años, es la joven que falleció el pasado 20 de septiembre en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz después de que los médicos confundieran un derrame cerebral con un cuadro de otitis. Días antes de estos hechos, por los que su familia ha recurrido a los tribunales para reclamar justicia, la chica sufió una caída en el cuarto de baño de su casa. Acudió al centro de salud La Longuera de Chiclana y la trasladaron al Hospital Clínico de Puerto Real. Allí comenzó una cadena de errores, según Estefanía, su madre.
Así lo ha relatado la madre de la joven al diario 'Nius'. Mar quería ser sanitaria y había terminado un curso de auxiliar, con las correspondientes prácticas, en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, el mismo centro donde -casualidades de la vida- perdió la vida meses después. La familia asegura que desde el principio "se hicieron las cosas mal", ya que ella había sufrido un derrame cerebral y ningún médico fue capaz de detectarlo.
Mar, antes de ser trasladada al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, estuvo casi 16 horas "abandonada" en el Hospital Clínico de Puerto Real. Los sanitarios realizaron un diagnóstico erróneo, creyendo que tenía otitis, a pesar de que entre sus síntomas se observaban "convulsiones clónicas, bajo nivel de conciencia o sudoración profusa", entre otros. Era incapaz de mantenerse en pie, presentaba rigidez y no podía hablar normal. Tenía vértigo y dolor en el oído derecho.
La familia afirma que el trato en Puerto Real fue "inhumano". Los médicos le dijeron que Mar tenía "tiritera", cuando sufría convulsiones que "movían hasta la camilla". Un familiar sanitario de la joven decidió tomar cartas en el asunto y ejerció presión, hasta que realizaron a la joven un T. A. C. craneal. Así, tras esta prueba, le diagnosticaron trombosis con derrame cerebral en estado muy grave. Desde ese momento se procedió a su traslado al Hospital Puerta del Mar de Cádiz para que fuera intervenida de urgencia. Desafortunadamente, empeoró en las siguientes horas y terminó falleciendo en la UCI.
La madre de Mar, llena de "rabia", sabe que el destino de su hija pudo ser otro. Ahora los familiares han demandado al Servicio Andaluz de Salud por lo sucedido. "Nadie va a devolverme a mi hija, pero mi intención es que esto no vuelva a pasar", ha sentenciado Estefanía. El entorno de la fallecida no comprende cómo ningún médico se dio cuenta de lo que pasaba y activó el protocolo para ictus. Nadie sabe qué habría ocurrido, pero creen que Mar no tuvo "ni siquiera" la oportunidad de salvarse.