Un vecino de 70 años de Arrasate, en Guipúzcoa ha sido multado con más de 150.000 euros por realizar hasta 89 empadronamientos ficticios en su casa. El hombre cobraba a los inmigrantes entre 50 y 300 euros por este trámite, aunque nunca llegaron a residir en la vivienda. La Policía Nacional ha detenido a 7 personas que pagaron por la inscripción en el padrón municipal de forma fraudulenta.
La operación se inició cuando los investigadores de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) de la capital guipuzcoana tuvieron conocimiento de que el vecino de Arrasate estaba empadronando fraudulentamente a un gran número de ciudadanos a cambio de una contraprestación económica.
Las pesquisas llevaron a la identificación del hombre, que había empadronado en su domicilio a 89 personas, en su mayoría extranjeros, que no habían vivido en su casa.
Los agentes, en colaboración con grupos de Extranjería y Fronteras de diferentes provincias, averiguaron que 38 de estos ciudadanos, pese a haberse empadronado como residentes en la vivienda investigada, nunca habían llegado a residir en ella y 20 habían pagado a su titular entre 50 y 300 euros por este trámite.
La Policía Nacional ha detenido a siete personas que habían sido inscritas en el padrón de forma fraudulenta y se estableció que tres de ellas se habían valido de estos certificados de inscripción para solicitar prestaciones económicas en el Servicio Vasco de Empleo (Lanbide), consiguiendo una de ellas percibir 29.459 euros de manera indebida.
Los investigadores también averiguaron que el resto de los arrestados habían intentado obtener permisos de residencia en España o prestaciones sanitarias de carácter especial, ya que residían en campamentos del Sahara o en Francia y se desplazaban hasta Euskadi cuando precisaban asistencia médica.
El hombre que cobraba por empadronarlos en su casa tiene abierto dos expedientes administrativos por infracción a la Ley de Extranjería ha sido multado con sendas sanciones que suman 156.027 euros.