Conducir bajo los efectos de las drogas supone la pérdida de 6 puntos del carnet y una sanción económica de 1000 euros. La multa por conducir con restos de estupefacientes en sangre y además, con signos evidentes de estar bajo su influencia mientras se conduce, la sanción puede llevar aparejada la suspensión del permiso de 1 a 4 años y penas de cárcel de entre 3 y 6 meses. Negarte a realizar la prueba conlleva de 6 meses a 1 año de prisión y privación del derecho a conducir de 1 a 4 años.
Es más, según el último informe de la DGT de 2021, el 49,4% de conductores fallecidos en accidentes dio positivo a alguna sustancia. De los 812 conductores fallecidos en accidentes de tráfico y sometidos a autopsia, 401 (49,4%) arrojaron resultados toxicológicos positivos a alcohol, drogas, y psicofármacos. El alcohol sigue siendo la sustancia más detectada en los conductores fallecidos, seguido de la cocaína, el cannabis, y los psicofármacos.
Un estudio elaborado por FESVIAL (Fundación Española para la Seguridad Vial) y financiado por la DGT, basado en 1.205 entrevistas on-line, ha mostrado el enorme desconocimiento que tienen los conductores de los controles de drogas. "Tres de cada cuatro conductores afirman no saber el procedimiento que se sigue en un control de drogas a conductores”. Prueba de ello es que el 40% de los conductores, según este estudio, cree que el análisis se hace sobre aire espirado y no de saliva, según se detalla en la Revista de la DGT.
La prueba consiste en dejar una muestra de saliva en un material absorbente, el cual se somete a un test que detecta 5 sustancias diferentes: anfetaminas, cocaína, THC, cannabis y metanfetaminas. En el caso de dar positivo, se realizará una segunda prueba y se someterá a un análisis en un laboratorio.
Ante este desconocimiento, se deprende que el 20% de los conductores creen que existen trucos para eludir los controles de drogas. Estos ‘trucos’ van desde “esperar más de 2 horas antes de conducir, beber agua, tomar café, hacer deporte/sudar antes del control, dormir un rato, comer limones o un grano de café o beber bebidas energéticas.
"Ninguno de estos trucos funciona, lo único que funciona es no consumir", asegura Juan Carlos González Luque, subdirector adjunto de Investigación e Intervención de la DGT. "Si se han consumido drogas, se deben esperar horas antes de conducir; cuantas más horas, mejor, pero generalmente no menos de 5 ó 6 horas”. Un tiempo que puede variar, ya que depende de la sustancia consumida, la cantidad y pureza de la misma e, incluso, de variaciones individuales del consumidor.
"Los controles de droga mediante muestras de saliva son un instrumento muy fiable. De hecho, al realizarse siempre una prueba evidencial con una segunda muestra de saliva que se envía a un laboratorio, la fiabilidad es irrefutable”. De hecho, consumir droga y conducir es tan incompatible como beber y ponerse al volante.
La mayoría de estos ‘trucos’ no tienen base científica, por ejemplo, comer limones, o beber grandes cantidades de agua para diluir la droga o hacer ejercicio para reducir el acúmulo de droga en la grasa corporal. La prueba determina la presencia de droga en la saliva –que es equiparable a la presencia de droga en sangre– y desaparece de la saliva cuando lo hace de la sangre.
De hecho, algunos remedios podrían ser incluso peligrosos. Por ejemplo, la mezcla de bebidas energéticas con drogas “podría producir una sumación de efectos, ya que contienen una alta cantidad de sustancias estimulantes, explica González. Incluso se han descrito casos de muerte súbita”. Además, esta sumación de efectos podría hacer que aparecieran signos de influencia en la conducción, con lo que la sanción, en vez de por vía administrativa (multa y retirada de puntos), iría por la vía penal (delito).