Se llama Posme y se ha convertido ya en uno de los grandes enemigos de los delincuentes, entre ellos, agresores sexuales. Hablamos de un polvo en suspensión que extrae huellas que hasta la fecha eran "imposibles de detectar" con los métodos tradicionales, por lo que se ha convertido en una auténtica revolución en el ámbito de la investigación policial. Este reactivo es líquido, de color negro, está elaborado con óxido de hierro, y puede ser limpiado con agua.
Las huellas encontradas en la escena del crimen, en el suelo, en los objetos y en la ropa del pequeño Alex y de su asesino, han sido decisivas para reconstruir la agresión y el estrangulamiento del niño Alex pero ahora este nuevo hallazgo científico puede ir mucho más allá. Hemos estado con los Mossos d'Escuadra que han descubierto un nuevo reactivo que permite revelar huellas en el cuerpo humano, algo muy complicado y fundamental para resolver agresiones sexuales.
Imaginemos que un criminal ha tocado la sangre y luego el cuerpo de la víctima. En 15 segundos, este nuevo reactivo puede delatar al delincuente. De momento en la piel, están experimentando, aún lo están validando. Sergi Cabrera, de la policía científica de los Mossos, lo explica claro: "A veces parece ciencia y otras magia".
Ya lo han probado con sangre, crema de manos y lubricante de preservativo. Es un reto para resolver agresiones sexuales. "Antes este tipo de huellas no era posible revelarlas". Pero Posme, como lo llaman funciona en baldosas con huellas que no se perciben, en una hoja se pueden ver huellas latentes. Ese reactivo las hace aparecer. Ahora rescatan objetos de casos antiguos sin resolver. Ya han revelado huellas de hace 10 años.
Su fórmula ha sido publicada en la revista científica americana ‘Journal of Forensic Identification’, que ha llamado la atención a muchos cuerpos policiales de todo el mundo, interesados en esta técnica. "Hemos recibido contactos de Estados Unidos, Australia, Europa y Latinoamérica. Ven que es útil para el día a día", desvelan los Mossos.