¿Cuándo estará disponible el medicamento agotado para dejar de fumar?: “No podemos recetarlo. Tenemos lista de espera”

"Llevo tres semanas en lista de espera, y mi médico me llama cada viernes para decirme que el Todacitan ni está, ni se le espera". Carles quiere dejar de fumar y lleva decidido a hacerlo desde noviembre. Se lo consultó a su médico, pero entonces, no había ningún medicamento financiado para ello. Los dos que existían hasta ahora - Champix y Zyntabac- fueron retirados hace unos meses. Pero en febrero, el panorama cambió. Sanidad autorizaba la financiación de un fármaco nuevo: Todacitan.

"Ahí vuelvo al médico y pido que me lo recete", recuerda Carles. "Y me dice que no puede, que está agotado. Y que está yendo mucha gente a pedirlo, pero no puede recetarlo. Me enseña en el ordenador que no me puede extender la receta porque el sistema se lo bloquea por falta de suministro". Carles está "desesperado". Y como él, los médicos.

Porque pueden recetar Todacitan desde el 1 de febrero, pero en la práctica, mes y medio después, muchos todavía no han podido hacerlo. Porque una cosa es autorizar su financiación, y otra activarla. El caso de Carles ocurre en Madrid. Pero en Castilla-La Mancha, por ejemplo, han tenido que esperar “un mes hasta que lo han puesto en el sistema, y ahora que ya está, no nos deja recetarlo por problemas de suministro”, asegura a NIUS Andrés Zamorano, médico de familia y presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).

Zamorano nos explica los problemas que encuentra para recetar este medicamento en su consulta de cesación tabáquica del centro de salud de Villanueva de la Sagra, un pueblo de Toledo. “Tenemos lista de espera. Yo tengo ahora mismo unos 15 o 20 pacientes esperando. La gente lo demanda y nosotros lo recomendamos”, explica. Pero cuando van a recetarlo, imposible.

La situación que relatan a NIUS médico y paciente –fumadores esperando durante semanas para poder comenzar el tratamiento- se puede extender a toda España. Y no sólo porque los médicos no lo puedan recetar, también porque el medicamento está agotado en las farmacias casi desde el mismo día en que Sanidad comenzó a financiarlo.

Detrás de esta situación, por tanto, se habrían juntado varios factores: un importante aumento de la demanda, al que se suma después la falta de suministro por parte de la farmacéutica, en un momento tan crítico. Y esto último parece que se debe, según apuntan fuentes del sector farmacéutico, a un problema tan aparentemente pequeño como tener que cambiar el cartonaje del fármaco.

Al estar financiado, el laboratorio que lo comercializa tiene que volver a etiquetarlo para que tenga cupón precinto en la caja, esa parte que recorta y se queda el farmacéutico, cuando vende medicamentos con receta.

Todacitan está comercializado por la farmacéutica polaca Aflofarm, que desembarcaba en España a finales de 2021 con el lanzamiento de este medicamento para dejar de fumar. Se vende con receta médica desde entonces, pero a un precio muy elevado: 198 euros. Ahora, tras ser financiado por Sanidad, su precio ha bajado a 116, de los cuales el paciente paga como mucho la mitad (58), según los casos. De ahí el pico en la demanda.

Ambos factores, por tanto, estarían detrás de ese desabastecimiento de las farmacias. Actualmente, el Todacitan está entre los 10 fármacos con más problemas de suministro en España. Desde que empezó a financiarse ha ido escalando posiciones en el CISMED, el sistema que registra los fármacos que las farmacias no reciben.

Según fuentes del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, “los datos del CISMED han venido reflejando un aumento de las faltas de suministro del fármaco, hasta situarse en el noveno puesto de los más informados” actualmente.

“Como ahora está financiado, la gente prefiere esperar”, explica Zamorano. Los médicos llevan utilizándolo desde 2021, pero no todos los pacientes podían acceder a este tratamiento, por su elevado coste. “Ahora, la gente lo demanda y nosotros mismos se lo ofrecemos, porque es el único tratamiento financiado actualmente para dejar de fumar”.

Zamorano cree que este fármaco “se debe ofrecer a todos los fumadores, porque hace que el síndrome de abstinencia sea más leve”. Pero Sanidad no debe de compartir su criterio. Porque sólo lo financia si se cumplen ciertas condiciones. Es decir, el paciente debe tener un perfil concreto. Por ejemplo, “para realizar la prescripción del medicamento, los pacientes deben estar incluidos en un programa de apoyo (individual y/o grupal) de deshabituación tabáquica que esté implementado en la CCAA/ INGESA o Mutualidades”.

Además, deben ser “pacientes que tengan motivación expresa de dejar de fumar que se pueda constatar con un intento de dejar de fumar en el último año”, o “pacientes que fumen 10 cigarrillos o más al día y tengan, además, un alto nivel de dependencia calificado por el test de Fagerström ≥ 7”.

Y algo más, que es importante. “Se financiará un intento anual por paciente para dejar de fumar con apoyo farmacológico”. Es decir, este medicamento sólo se puede recetar una vez al año. La idea es que el intento de dejar de fumar sea serio, no algo pasajero. "Para mí, será una vez y la definitiva", confiesa Carles, que está tan desesperado por la espera como convencido de intentarlo. "No contemplo una segunda oportunidad".

Y con una caja debería bastar. Porque esa es una de las grandes ventajas de este fármaco, que es un tratamiento corto. Una única caja, con pastillas para 25 días. Otra ventaja es que su principio activo es la citosina, una sustancia de origen vegetal que tiene un efecto similar en el cerebro a la nicotina. Disminuye el síndrome de abstinencia y triplica las posibilidades de dejarlo. Sus efectos adversos son mínimos.

Pero hay una buena noticia, dentro de todo. Para Carles, y para todos los fumadores que sigan desesperados. La AEMPS estima que los problemas de suministro acabarán en unos días. Para el próximo lunes, 20 de marzo, está previsto que se retome el suministro de este fármaco. Eso es, al menos, lo que indica actualmente el Centro de Información de Medicamentos de la AEMPS. "Me lo creeré cuando lo vea, porque ya llevo meses esperando. Como dice la canción, fumando espero...", bromea Carles.

“Yo lo estoy esperando todos los días”, se queja Zamorano. Porque el médico insiste: “Si haces un tratamiento farmacológico, sumado a uno conductual, tienes muchísimas más posibilidades de seguir sin fumar después de un año”. Esa es la fórmula del éxito, dice. Pero para que funcione, hace falta que uno de sus dos ingredientes vuelva a estar disponible.