Iria, una embarazada vulnerable, superó sus adicciones a las drogas gracias al personal del Vall d'Hebron
Al enterarse que estaba embarazada, Iria, decidió cambiar su vida por su pequeña Zahara
Iria comenzó a consumir cannabis y cocaína a los 12 años
Una tiktoker comparte la evolución de su embarazo y sorprende a sus seguidores con el tamaño de su tripa
Para ser madre hay que ser valiente. En muchos casos, estos embarazos vienen cuando menos te lo esperas. Esta sobredosis hormonal puede provocar desequilibrios emocionales. Para ello, el hospital catalán Vall d`Hebron, ha puesto en marcha una unidad para ayudar a todas aquellas madres que necesitan ayuda, desde embarazos de riesgo, hasta aquellas como están pasando situaciones vulnerables, como es el caso de Iria, una madre coraje que abandonó el submundo de las drogas por su hija. Este mismo hospital ha desarrollado un importante avance para la exploración de bebés y otros pacientes pediátricos, una sonda transesofágica para detectar cardiopatías en los más pequeños.
En el hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, atienden entorno a un 10 % de mujeres al año con embarazos de riesgo o en situación de vulnerabilidad, que necesitan estar acompañadas durante todo el proceso de gestación. Este perfil va desde víctimas de violencia de género o inmigrantes con pocos recursos hasta mujeres con adicciones al alcohol o las drogas, como es el caso de Iria.
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Iria, dio un giro de 180 grados a su vida tras ver la cara de su hija por primera vez
Esta mujer, de ahora 28 años, al enterarse que estaba embarazada de su hija, tuvo que dar una vuelta de ciento ochenta grados a su vida. Desde muy temprana edad había comenzado a consumir estupefacientes como el cannabis y la cocaína, que le generaron una fuerte dependencia a estas sustancias ilegales. "Mí día a día era un caos", asegura Iria, quien comenzó su paso con las drogas a los 12 años. Pero todo cambió cuando vio por primera vez la cara de su hija en una ecografía. "Fue como un zasca", asegura.
A partir de ese momento decidió poner fin a su mundo de desenfreno y dar un "cambio radical" a su vida. Iria encontró el apoyo que necesitaba en el hospital barcelonés de Vall d'Hebrón, allí acudía a charlas, hablaba con expertos y poco a poco fue superando su adicción por su pequeña Zahara. Quien ella misma asegura que le llena de "energía" y que se ha enamorado de la sonrisa que ve cada mañana en su hija.
Ahora, como mujer rehabilitada y feliz, es ella quien ayuda a otras mujeres embarazadas que se encuentran en la misma situación que ella había vivido a través de distintas charlas en la unidad de asistencia a madres vulnerables del centro médico catalán. De una manera holística, el Vall d'Hebrón ofrece a esta mujeres psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y obstetricitas. Todo con el fin de conseguir el mejor resultado posible para estas madres corajes en situaciones vulnerables.