Óscar García Junyent, meses después de la muerte de su hija de 21 años: "Me pregunto por qué no me ha pasado a mí"

  • El exfutbolista y entrenador Óscar García Junyent ha hablado de cómo han sido estos meses sin Marina, su hija fallecida por cáncer

  • "Estamos aceptándolo", ha reconocido, sobre lo que ha sido un "golpe muy duro", "antinatural"

  • El técnico, que tiene otras dos hijas, se ve obligado a "mirar adelante, continuar fuertes" por ellas

El exfutbolista y entrenador Óscar García Junyent ha hablado de la situación de su familia meses después de que falleciese su hija Marina, a los 21 años de edad tras recaer con cáncer. "Estamos aceptándolo", ha reconocido, sobre lo que ha sido un "golpe muy duro", "antinatural". Considera que "no puedes controlar lo que te viene, sino cómo te lo tomas" y tiene que seguir adelante y fuerte por sus otras dos hijas.

El 7 de octubre de 2022, el técnico comunicó a los aficionados que aparcaba sus funciones en el Reims francés y que se encontraba en la capital catalana por razones de "máxima importancia". Poco después, informó a través de su cuenta de Instagram de la muerte de Marina con una imagen de ambos. "Vuelta alto, amor mío", rezaba la publicación. Las muestras de apoyo y cariño a la familia se multiplicaron.

"Podría haberme pasado a mí"

Meses después, el técnico se ha abierto en canal en una entrevista para ‘El suplement’ de ‘Catalunya Ràdio’ con Roger Escapa. "El cáncer duró años, parecía que con la primera operación ya no le volvería a pasar si sobrevivía un tiempo, pero este tiempo no llegó, recayó. Han sido unos años sin descanso", ha explicado sobre los últimos años de su hija.

García se centra en recordar los buenos momentos que tuvo su hija y la fuerza que tenía: "La niña tenía mucha vitalidad y nos daba lecciones de vida. Me gusta recordarla cuando estaba bien. Los últimos años los pasó muy mal, pero yo la recuerdo cuando estaba bien, lo fuerte que era, que no se dejaba vencer por la enfermedad".

La noticia fue un "golpe muy duro" y, expresa, "estamos aceptándolo" porque la muerte de un hijo es "antinatural". Aun así, el técnico se ve obligado a "mirar adelante, continuar fuertes" por las otras dos hijas que tiene. Para ellas, Marina era como una madre. "Los adultos tenemos más recursos, pero las niñas no lo pueden entender", dice.

"A las niñas les digo: 'Esto es lo más duro que pasaréis en la vida. Llorad cuando tengáis que llorar. Que no os digan que tenéis que ser fuertes. Llorad cuando queráis'. Yo me pregunto: ¿por qué no me ha tocado morirme a mí? Podría haberme pasado a mí. Ella tenía toda una vida por delante. No puedes controlar lo que te viene, sino cómo te lo tomas", añade en la entrevista.