Este martes es un día clave en el caso de Dani Alves. La Audiencia de Barcelona anunciará la decisión sobre el futuro del jugador, acusado de agredir sexualmente a una joven el pasado diciembre en una discoteca de Barcelona.
Los tres jueces que dirimen su apelación, en la que su defensa solicita la libertad provisional, tienen que decidir si el jugador, que lleva en la cárcel de Brians 2 desde el pasado 20 de enero, sale o no de prisión.
La Fiscalía y la acusación particular pidieron en la vista del pasado jueves que el futbolista siga en prisión provisional apelando al riesgo de que se fugue y a los indicios que la investigación ha recabado contra él.
Por su parte, la defensa puso en duda las pruebas que lo señalan y pidió dejarlo en libertad con otras medidas de seguridad para garantizar que no se fugará, como por ejemplo entregar su pasaporte y llevar una pulsera de geolocalización.
La defensa de Alves se apoya, como ya hizo en su recurso, en las imágenes de seguridad de la discoteca, que según él contradicen la versión de la denunciante, y ha asegurado que la chica sabía que el cuarto donde presuntamente ocurrió la agresión era un baño, a pesar de que ella ha manifestado que entró pensando que era una continuación del reservado donde estaba.
También en referencia a las grabaciones de las cámaras, la acusación particular ha cuestionado que, al irse de Sutton, el jugador brasileño vio a la víctima llorando y no le dijo nada, mientras que la fiscal, por su parte, ha "expuesto a la Sala los múltiples indicios existentes que corroboran" la versión de la víctima, detallaba la Fiscalía en un comunicado tras la vista.