La víctima, de 22 años, y el hombre investigado por acosarla, de 23 años, ambos de Sanxenxo (Pontevedra), empezaron a salir en noviembre de 2021. Poco después la joven se dio cuenta de que no podía seguir con él pero prefirió darle largas ante su carácter controlador.
Desde entonces la vida de la joven se convirtió en un infierno. Nada menos que un intento de homicidio, amenazas constantes de muerte y violación y la inclusión de la joven y su padre en una web pornográfica de contactos.
Un dato deja claro el infierno vivido. El joven ha roto más de 15 pulseras de control telemático y generado más de 200 incidencias al sistema Cometa. Tras una docena de atestados, en febrero de 2022 un juzgado decretó orden de alejamiento con prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros, pero un mes después esta medida fue revocada por la Audiencia Provincial de Pontevedra. El tribunal consideró que no se daba la situación de riesgo objetivo para la víctima porque la relación había sido muy corta y no era análoga al matrimonio.
En julio de 2022 el caso pasó a un juzgado de violencia de género. Este acordó reactivar la orden de alejamiento con pulsera telemática para el denunciado. Pero no acabó ahí el calvario. El pasado 27 enero la jueza ordenó el ingreso en prisión provisional del presunto acosador mientras no se celebre el juicio. Había destrozado 15 pulseras telemáticas. Ahora la joven tiene un respiro, pero la posibilidad de que el joven pueda volver a salir le aterra.