El jubilado detenido por las cartas bomba: un solitario prorruso autodidacta al que delataron los sellos
Se trata de una persona solitaria, sin hijos, de ideología prorrusa, y no ha trascendido que tenga vínculos con organizaciones extranjeras
El detenido trató de dificultar el rastreo de los envíos, pero usó un sello muy particular en los seis paquetes
Se ha registrado su domicilio en Miranda de Ebro antes de su trasladado a Madrid
El hombre de 74 años detenido en Miranda de Ebro por el envío de cartas bomba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a otras autoridades es un jubilado que había trabajado hasta su jubilación en 2013 como funcionario en el Ayuntamiento de Vitoria, situado a unos 25 kilómetros de la localidad burgalesa.
Se trata de Pompeyo G.P. Los investigadores le describen como una persona solitaria, sin hijos y aunque es prorruso y muy activo en redes sociales, aún no ha trascendido que tenga vínculos con la organización supremacista señalada hace unos días desde Estados Unidos como posible instigadora. Vivía solo en un piso de la calle Clavel, en el barrio de La Charca. En el registro de la vivienda se ha encontrado material para fabricar más artefactos, según ha podido saber NIUS en fuentes cercanas a la investigación.
MÁS
El detenido no tenía antecedentes. Se le atribuyen los seis envíos de cartas con material inflamable. Tenía conocimiento técnicos en informáticos y la Policía Nacional considera que él solo elaboró los explosivos, aunque no se descarta la participación o influencia sobre él de otras personas. La operación policial ha sido bautizada como 'Konvert', sobre en ucraniano.
Todos los paquetes eran iguales y fueron enviados desde Burgos en dos remesas en los meses de noviembre y diciembre. Fueron depositados en buzones a pie de calle, para evitar que se le pudiera identificar en las oficinas de Correos. Aunque la direcciones estaban escritas a mano, los investigadores creen que pudo utilizar una regla y otros mecanismos para hacer irreconocible su caligrafía. Pero le han delatado los sellos que utilizó.
Sellos dedicados al Monte Santa Tecla
Los seis paquetes llevaban un sello que Correos presentó el pasado 26 de abril dedicado al Monte Santa Tecla. Su valor postal es de 2,70 euros. La tirada es de 135.000 unidades. Esta circunstancia sí permitió estrechar el círculo.
Junto con la pista de los sellos, los investigadores llegaron hasta él haciendo un seguimiento de los envíos de los paquetes. Todos tenían un código de recepción de una oficina de Valladolid.
Además, los sobres los compró por internet y tenían un troquelado que los distinguía.
El material inflamable y el mecanismo de detonación también fueron investigados, pero se trataba de productos de tipo pirotécnico fáciles de adquirir, con la pólvora como componente básico, y el diseño del detonador requería ciertos conocimientos, pero no demasiado técnicos.
El sospechoso ha sido detenido en la calle. Los agentes han registrado su domicilio en Miranda de Ebro antes de conducirlo a Madrid, donde tendrá que responder el 27 de enero ante la Audiencia Nacional por un posible delito de terrorismo. A la espera de determinar la motivación de los envíos de paquetes, también se le podría acusar de un delito contra las altas instituciones del Estado, además de otro de lesiones por las heridas leves que sufrió un trabajador de la embajada de Ucrania.
Además de Pedro Sánchez, los receptores de las cartas fueron las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid, la empresa Instalaza (fabricante de lanzagranadas enviados a Ucrania) en Zaragoza, el Centro de Satélites de la Unión Europea ubicado en la Base Aérea de Torrejón (que ha colaborado en el apoyo occidental a Kiev suministrando información) y el Ministerio de Defensa.