El desgarrador testimonio de la hermana de la mujer asesinada por su pareja junto a su hija: "sólo quería ayudarle y nos ha hundido la vida"

"Que entre en prisión para toda su vida, se ha llevado a mi hermana y a mi sobrina de ocho años", afirma, entre sollozos, la hermana de la mujer asesinada por su pareja junto a su hija en Valladolid, quienes han pedido para el acusado la pena máxima del ordenamiento jurídico, la prisión permanente revisable. David, el presunto asesino, era un maltratador reincidente, que con su furia acabó con la vida de India, la hija de su pareja, acuchillándole por la espalda, para posteriormente, acabar asesinado a Paloma, de 45 años.

La perdición de David era la noche, un submundo lleno de alcohol y drogas, que le llevaban a mentir de forma compulsiva. Estos problemas, preocuparon al entorno familiar de Paloma, quienes le pedían por favor que se alejade de quien ahora ha sido su verdugo. Pero estaba cegada de amor. "Pensó muchas veces en dejarle, pero solo quería ayudarle", ha asegurado María Pinedo, hermana y tía de las fallecidas, quien no puede contener el dolor del gran vacío que han dejado en sus vidas. "Nos ha hundido la vida y se ha llevado a los dos personas más importantes de mi familia", agregó la hermana.

David, el presunto asesino, tenía antecedentes violentos

El mundo de la noche, a David, le hacía perder el control. Paloma lo sabía y quería que fuese a terapia, excusándose en que "está bién cuándo no bebe", ha asegurado la mejor amiga de Paloma en la puerta del tanatorio, quien también ha señalado que "le decía que no, que no sigas con él. Aléjate", temiendo el peor de los resultados posibles y, que finalmente, se ha augurado.

Tanto ella, como la víctima, creían que su pareja, embaucador y mentiroso compulsivo, le estaba mintiendo cuándo le decía que había dejado de beber. "Paloma, te tienes que proteger a tí y a tu niña", ha relatado la amiga de la víctima, que siempre recibía la misma respuesta de la mujer asesinada, "yo le necesito y quiero ayudarle".

Durante el tiempo que duró la relación, David, no le puso una mano encima, pero aún así tenían el miedo en el cuerpo. David ya había sido denunciado por su exmujer por malos tratos, denuncia que no se ratificó después de que esta no acudiese a testificar, y hechos que no estaban en conocimiento de la víctima. "Quién va sospechar un final así de un energúmeno y trastornado como este", asegura un vecino de la localidad de Valladolid.