Son 15.000 mujeres, trabajadoras de la limpieza en Castilla-La Mancha, que tienen el convenio caducado y están cobrando incluso por debajo del salario mínimo interprofesional.
Han dicho basta y tras nueve jornadas de protestas y paros, arrancan una semana de más movilizaciones.
Se quejan de que la patronal (ASPEL) no se aviene a negociar subidas salariales, para frenar su pérdida de poder adquisitivo, ya que en 2021 tuvieron una subida del 2%, mientras que los precios subieron en la región más de un 7% ese año, y han sufrido congelación salarial en 2022.
Prestan sus servicios en su mayoría en edificios de la administración pública, por eso Comisiones Obreras exige a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que se ponga manos a la obra para desbloquear este conflicto que afecta a cuatro de las cinco provincias de Castilla-La Mancha, todas menos Albacete que es la única con un convenio en vigor.
Denuncian además que es un sector muy precarizado y feminizado y que tres de cada cuatro contratos son a tiempo parcial. Recuerdan también que son un servicio esencial y que durante toda la pandemia estuvieron en primera línea.