Treinta y seis horas de negociación dejaron exhausto a Marcos. Al otro lado del teléfono estaba un hombre que mantenía secuestrada a su hermana en su vivienda de la pedanía murciana de Cañada Hermosa. No exige nada en concreto, pero sus delirios esquizoides le convierte en una persona muy peligrosa y Marcos lo sabe, por eso intenta atacar sus puntos débiles psicológicos buscando su agotamiento físico y mental para lograr que libere a la mujer retenida y se entregue sin que haga falta la intervención policial.
Marcos cuenta a Informativos Telecinco como fueron esas treinta y seis agotadoras horas pegado al teléfono. Son conversaciones muy largas, asegura, en las que decía que no iba a morir solo porque también lo haría la rehén que era su hermana.
Asegura que el secuestrador es una persona que padece de esquizofrenia paranoide y estaba convencido de que su sobrino al que creía su hijo, estaba secuestrado por la policía. también aseguraba ser víctima de una conspiración judeo-masónica, mientras permanecía encerrado armado hasta los dientes.
En medio de las negociaciones con la comida y en un despiste del secuestrador los GEO consiguen sacar a la mujer lo que le llevó a empezar a disparar sin parar. Es entonces cuando los agentes envían a un perro policía, especializado en reducir a delincuentes y lograron arrestarlo.
Gracias a su labor negociadora. Marcos y otros 100 agentes lograron poner fin a un secuestro de alto riesgo sin que se registrase ninguna víctima. Hoy, el secuestrador cumple prisión provisional en el modulo psiquiátrico de la cárcel de Campos del Río, en Murcia.