Varias localidades de Galicia todavía siguen de luto después de que la pasada Nochebuena un autobús se precipitase al vacío en la localidad de Cerdebo-Cotobade (Pontevedra). Tras salirse de la carretera, el autobús cayó al río Lérez dejando siete víctimas mortales. Ahora, tras intensas horas de trabajo, los técnicos encargados de las labores de rescate han conseguido sacar el pesado autobús del río.
Esto era primordial para esclarecer lo sucedido. El accidente se produjo en plena recta, por lo que los investigadores están desconcertados sobre que pudo ocurrir para que el autobús acabase en el río. Tras el rescate de los supervivientes, entre los que se encontraba el conductor, se le sometió a pruebas de alcohol y drogas que resultaron ser negativas, así que todas las hipótesis apunten a la intensa lluvia que llevaron al autobús a hacer aquaplaning. Provocando que el conductor perdiese el control y tras superar el quitamiedos acabar en el fondo del río.
Tras la retirada del autobús, la Guardia Civil, encargada de la investigación, podrá acceder al tacógrafo del vehículo que confirmará si se superó el exceso de velocidad o existió algún fallo mecánico. La encargada de remolcar el autobús nuevamente a lo alto del puente de Pedre ha sido una grúa de grandes dimensiones. Desde allí, se han coordinado todos los servicios de emergencia, como el rescate de las víctimas que permanecían en el interior del vehículo.
Antes de comenzar con la operación, los técnicos supervisaron las pruebas de carga para comprobar si la grúa era capaz de soportar el peso del autobús. Ya que estaba lleno de agua en su interior, lo que aumentó exponencialmente su tonelaje. En caso de no haber podido ser, se estaban barajando opciones de partir el autobús en dos, lo que facilitaría el rescate.
Así mismo, también se tuvo que comprobar la estabilidad y resistencia del propio puente, que tuvo que soportar el peso de la grúa y del autobús una vez fue sacado del agua. Además del propio efecto de la corriente del río.
La operación de rescate del autobús ha sido todo un desafío para los agentes que trabajaban en el terreno, quienes han tenido que descender al río, con fuertes corrientes, para que todo estuviese listo. Estas labores han sido realizadas por buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) de la Guardia Civil, quienes han tenido que sumergirse en las inmediaciones del autobús para enganchar la pluma de la grúa al eje del autobús.
Tras esto, la retirada ha tenido que realizarse lentamente para no desestabilizar los anclajes de la grúa. Evitando cualquier maniobra que supusiese un movimiento brusco. Con la recuperación del autobús del río, la investigación se centrará en el tacógrafo, un dispositivo que registra datos acerca de la marcha y de determinadas actividades que puedo realizar el conductor de 63 años, que el lunes obtuvo el alta médica.