Es el deseado reencuentro de quienes han vivido en la distancia. Nervios en la espera, festivos recibimientos, intensas carreras y abrazos infinitos. No hay un momento en la terminal de un aeropuerto en el que el sentimiento y la alegría se desborde más que cuando vuelven a casa por Navidad. Una época en la que otro gran protagonista, Papá Noel, inunda de emoción las casas de todo el mundo con sus regalos a los pequeños.
Los hijos o los nietos que han cursado estudios en el extranjero, familias separadas por miles de kilómetros y a veces durante largos años. Hay tantas ganas de achuchar a los suyos que hay quien hasta se confunde de persona. Ya vuelven al calor del hogar, a saborear la comida de siempre, a estar con los suyos, ya pueden celebrar la Navidad.