Los restos mortales de Fernando llegaban al Tanatorio Sur de Madrid sobre las nueve de la noche de este jueves. El chico de 17 años será enterrado a las cuatro de la tarde. Su padre, Nicanor, reconoció el cuerpo por un tatuaje que tenía en el brazo derecho, en el que figuraba el nombre 'Juan'. Decenas de personas han acudido desde distintos puntos de España para arropar a la familia, que se encuentra destrozada.
También han estado recaudando dinero para el sepelio a través de las redes. "No tenían ni para comprarse ropa para el luto", relata Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, que está apoyándoles durante estos duros momentos. Critica la falta de apoyo de las asociaciones gitanas y de los políticos en este caso. "No habéis aparecido ninguno por aquí, ni los representantes del pueblo gitano", espeta.
Mientras continúan buscando a su primo Ángel, de once años. La Policía Nacional ha llamado por teléfono a sus padres este viernes por la mañana para que acudan a la comisaría para obtener muestras de su ADN, con el que cotejarlos en caso de que se produjera el hallazgo. Viven en sierra de Gredos 12 de Villa de Vallecas, donde también se concentran sus allegados, que no pierden la esperanza.
Los investigadores barajan como principal hipótesis que pudo tratarse de una muerte accidental. Por ejemplo al meterse en un contenedor para refugiarse de la lluvia y el frío. La autopsia ha determinado que el chico de 17 años pudo morir por asfixia, al ser aplastado por la basura en un camión que trasladó el cuerpo hasta la planta de gestión de residuos de Toledo donde un operario lo encontró. Antonio Fernández, tío de los niños y portavoz de la familia mantiene que no les convence esta versión.
Creen que alguien pudo arrojar el cuerpo a un contenedor y que el más pequeño debería estar junto a él. En Ecoparque, el vertedero donde hallaron el cadáver, se han paralizado de momento parte de los trabajos por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo. La Policía y la empresa deben diseñar un plan específico para realizar el rastreo. Primero tienen que vaciar una nave con material muy concreto. Esta basura emana gases tóxicos. Necesitan maquinaria y unos trajes específicos para poder retirar toneladas de residuos que se han ido amontonando durante los últimos cinco días, desde que hallaron el cuerpo de Fernando. La planta gestiona diariamente más de 600 toneladas de residuos.
Todo hace pensar que los dos chicos pudieron desplazarse a Toledo para ver a una antigua novia que tenía Fernando. Estaba casado por el rito gitano con otra menor de 13 años con la que esperaba un bebé. Las cámaras de seguridad han permitido confirmar que no murió el día de su desaparición, sino uno o dos días después. Les grabaron en la estación y en un centro comercial.