Luto por la muerte de Daniel: “Todo el pueblo está destrozado y la familia está hecha polvo”
Luto por la muerte de Daniel, el niño de dos años de Manzanilla: “Todo el pueblo está destrozado y la familia está hecha polvo”
Daniel no superó las consecuencias de pasar horas bajo el frío y sin oxígeno tras la muerte de su abuelo Antonio
Entierran al abuelo de Daniel entre llantos, desmayos y dolor
El pueblo onubense de Manzanilla amanece hoy de luto por la muerte del pequeño Daniel, el niño de dos años que se encontraba en estado crítico, tras haber permanecido en un coche, junto a su abuelo, sin oxígeno, durante horas y con hipotermia. Los intentos desesperados por salvarle la vida, finalmente, han resultado inútiles.
De nada sirvieron las carreras de los sanitarios el pasado jueves para salvar a Daniel, de 22 meses. Durante cinco días Daniel ha estado ingresado en la unidad de críticos del Hospital Virgen del Rocío agarrado a un hilo de esperanza. Pero no ha podido ser.
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Era un niño que corría, entraba en mi casa… era simpático y precioso
Daniel ha fallecido este martes, después de que los médicos le retiraran la sedación. “Es tremendo, era un niño que corría, entraba en mi casa… era simpático y precioso. Ha sido un golpe muy fuerte y lo estamos pasando muy mal”, cuenta un vecino de Manzanilla.
“Estamos fatal, está todo el pueblo destrozado y la familia está hecha polvo”, añade el hombre.
Manzanilla decreta dos días de luto oficial por la muerte de Daniel
El padre del niño que hace dos días enterró a su padre y ahora su hijo. "Es una terrible noticia. Ojalá salga de esta pero va a ser un golpe duro para él”, cuenta otro vecino de un pueblo pequeño, Manzanilla, donde todo el mundo se conoce.
El Ayuntamiento de Manzanilla ha decretado dos días de luto por la muerte de Daniel, que murió junto a su abuelo Antonio.
Qué le pasó al abuelo de Daniel
El hombre sufrió una hipoglucemia cuando llevaba a su nieto en el coche y después un infarto, según reveló la autopsia.
Durante horas, familia y amigos los buscaron a los dos. Fue un vecino quien vio el coche y llamó a emergencias pero era tarde. Antonio había fallecido y Daniel, un nieto por el que se desvivía y cuidaba a diario mientras sus padres trabajaban, llevaba horas solo sin oxígeno y bajo el frío helador de la sierra de Huelva.