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El dueño de la pastelería Pa Artesà del Vallès no se imaginaba que un par de ofertas de empleo iban a acarrear tanto revuelo y una multa de 7.500 euros por machista. En los escaparates de algunos establecimientos de la empresa figuraban dos anuncios en los que buscaban un “maestro pastelero” y una “dependienta”.
Sin embargo, un día recibieron una carta de la inspección de trabajo notificando que la empresa debía abonar 7.500 euros, la sanción más baja prevista en la ley, por los dos carteles considerados sexistas.
La inspección de trabajo argumenta que en el artículo 16.c de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social se considera una infracción muy grave “establecer condiciones, mediante la publicidad, difusión (...) que constituyan discriminaciones para el acceso al empleo por motivos de sexo, origen, incluido el racial o étnico...”.
Sin embargo, desde Pa Artesà del Vallès, que tiene distribuidos por la provincia de Barcelona 30 establecimientos, aseguran que todo se debe a una confusión. En el primer anuncio pedían un ‘maestro pastelero’, “un término que hace referencia un oficio para nosotros neutro, porque simplemente queríamos encontrar a una persona, nos da igual hombre o mujer, que tuviera una titulación profesional en pastelería y un bagaje que pudiera demostrar”, explica Sergio Rodríguez, responsable de comunicación a MSN.
La pastelería terminó contratando a una mujer para este puesto, según informa La Razon.
En el segundo anuncio, desde Pa Artesà del Vallès, pedían “personal per dependentes per a les nostres botigues”, es decir, “Buscamos personal para dependientas para nuestras tiendas”. La empresa dice que hubo un error al traducir y que nuevamente el sexo es lo de menos.
Los anuncios de empleo “a hablar de una discriminación en el trabajo o de machismo hay una distancia sideral”, señala Rodríguez, que apunta que el 80% de la plantilla del obrador son mujeres, con distintas categorías profesionales y responsabilidades. Asegura que de los 150 trabajadores que tiene la empresa en total, unos 115 son mujeres.
La cuestión es que tienen pendiente una multa de 7.500 euros, que pueden recurrir pero que se podría elevar a 30.000 euros, el máximo previsto en la ley para estos casos.