Un hombre se enfrenta a una petición fiscal de 15 años de prisión por violar a su hija durante 11 años, actos que realizó desde que la niña tenía 4 y a partir de los 8 empezó a realizarlos incluso a diario, todo ello bajo amenazas de muerte.
El acusado presuntamente tenía atemorizada a su hija con "reventarle la cabeza" si contaba algo a alguien y "ante el llanto de ella suplicando que la dejase en paz, su padre le decía que si no se callaba la iba a matar, al tiempo que continuaba con los tocamientos", según el escrito acusatorio, al que ha tenido acceso EFE.
La menor a consecuencia del trauma vivido por los comportamientos de su padre en 2017 intentó quitarse la vida mediante la ingesta de pastillas y se encuentra desde los 12 años hasta el día de hoy en tratamiento psicológico y psiquiátrico.
La Fiscalía de Málaga lo acusa de un delito continuado de violación y además de la pena de prisión pide la medida de libertad vigilada durante un plazo de 10 años y que se le prohíba aproximarse a su hija a una distancia no inferior de 500 metros ni comunicar con ella durante 10 años.
Por vía de responsabilidad civil el ministerio público pide que indemnice a la víctima con 120.000 euros por las lesiones morales.
Los hechos se iniciaron en 2006 en el domicilio familiar ubicado en un pueblo de Málaga y, según el relato de hechos, empezó con tocamientos y luego fueron penetraciones vaginales sin protección aprovechando cuando se encontraban a solas en la casa o el resto de miembros estaban en otra habitación.
En la habitación de la pequeña o en la de los padres jugaban a un juego que consistía en agarrarla con fuerza de los brazos para impedirle que pudiera moverse y la asustaba con propinarle una paliza si lo contaba a alguien.
Para ello empleaba amenazas y agresiones físicas tales como puñetazos por todo el cuerpo, arrastradas, tirones de pelos y todo ello inmovilizándola fuertemente.