Médicos y científicos se ganan la confianza de los españoles, que ponen a la cola a políticos y youtubers

  • Un estudio de la Fundación BBVA refleja que los españoles depositan su confianza en pilares de las sociedades modernas: sanidad, conocimiento y leyes democráticas

  • La sanidad pública tiene la mejor valoración, con un 88% de aprobados. A los partidos sólo los aprueba el 28%

  • Los españoles otorgan su confianza por el grado de competencia y la ética que perciben, pero no por otro tipo de valores como los religiosos

Es la pirámide de la confianza en España, la que muestra a quiénes otorgan los ciudadanos la máxima confianza y en quiénes no tienen apenas ninguna. El Estudio sobre la confianza en la sociedad española de la Fundación BBVA sitúa en la cúspide a científicos, médicos y maestros con notas de notable alto. En lo más bajo de la tabla quedan sacerdotes, políticos y los llamados influencers o youtubers, con calificaciones muy deficientes.

El estudio muestra un paralelismo casi perfecto entre la confianza en estas profesiones y en las instituciones que representan. Los españoles dan una nota de 8,5 a la medicina, 8,4 a la ciencia, 7,7 a la tecnología, 7,1 a la democracia, 6,4 a las leyes, 5,5 al mercado y 3,7 a la religión. En concreto, las instituciones que reciben calificaciones de aprobado (entre 5 y 10) por un mayor número de encuestados son la sanidad pública (88%), la policía (85%), el ejército (76%). El caso de la sanidad pública es destacable porque el trabajo de campo del estudio, para el cual se entrevistó a más de 4.000 personas, es anterior a las movilizaciones que han afianzado su importancia para los españoles.

En último lugar quedan instituciones como las redes sociales (44%), los bancos (35%) y los partidos políticos (28%). El caso de los bancos resulta particular, parecen no haberse repuesto del descrédito de la crisis iniciada en 2008. Pero en general, la confianza en la grandes empresas españolas es alta (64% de aprobados), superior a la de los sindicatos (45%).

Los autores del estudio destacan que los españoles muestran una confianza sólida en "los pilares de una sociedad avanzada: el conocimiento objetivado –médico, científico y tecnológico–, la democracia, las leyes y el Estado de derecho, seguido por el mercado". Sin embargo, no sucede lo mismo instituciones claves de la democracia como los partidos, el Gobierno (45% de aprobados) y el Parlamento (48%). Pese a esa falta de confianza en las elites encargadas del día a día de las insituciones, los españoles mantienen como se ha visto arriba un apego notable a la democracia y la ley para regir su convivencia.

La zona media de la pirámide

En la zona intermedia de la confianza de los españoles se encuentran las organizaciones ecologistas, el periodismo, las grandes empresas y los tribunales, así como los ayuntamientos.

A la hora de poner su confianza en un tipo de profesión, los españoles valoran tanto la competencia profesional que a su juicio existe en un colectivo como su ética. Precisamente, la escala de percepción de la corrupción es casi la inversa a la de la confianza. Un 90% de los encuestados considera que la corrupción es escasa o nula entre médicos y científicos. Esa percepción se va volviendo más desfavorable con otras profesiones.

  • Entre los policías, un 30% de españoles cree que hay bastante o mucha corrupción.
  • Ese porcentaje se eleva al 41% para los jueces;
  • al 52% para los periodistas;
  • al 66% para los sindicalistas;
  • al 67% para los empresarios;
  • y al 92% para los políticos.

La religión, en el limbo de la desconfianza

También sorprende la escasa confianza en todo lo relacionado con la religión en el estudio. Tener principios religiosos es un atributo que no genera confianza en los demás. Aparece a la cola de una lista de 8 atributos en la que gana ‘decir la verdad’ y ‘cumplir las promesas’. De hecho, los encuestados confían más en quienes no tienen creencias religiosas que en quienes las tienen. El único consuelo en este apartado para la Iglesia y los sacerdotes es que el Gobierno, los bancos y los políticos salen aún peor en la foto.

La encuesta no explora las causas de esta desconfianza en la religión y sus practicantes, pero conviene recordar que en los últimos años han explotado las informaciones sobre casos de pederastia en la Iglesia católica.