La dieta cetogénica podría paliar los efectos de la quimioterapia en los pacientes con cáncer
Es la conclusión de un nuevo estudio publicado en la revista médica 'Science Translational Medicine'
La dieta cetogénica es una dieta rica en grasas y baja en carbohidratos en la que el cuerpo produce pequeños módulos de combustible en el hígado llamados cetonas, que se utilizan como energía.
Este tipo de dieta aumenta la producción de plaquetas, cuyo número disminuye de forma preocupante durante la quimioterapia
La quimioterapia es uno de las modalidades terapéuticas más empleadas en el tratamiento del cáncer. Su objetivo es destruir, empleando una gran variedad de fármacos, las células que componen el tumor con el fin de reducir y/o eliminar la enfermedad.
Causa, sin embargo, numerosos efectos secundarios, entre ellos la caída empicada de la producción de plaquetas. Un daño colateral que podría ser aliviado desde el punto de vista nutricional. Un nuevo estudio, publicado en la revista Science Translational Medicine, confirma que una dieta cetogénica, rica en grasa y baja en hidratos de carbono, podría aumentar la producción de plaquetas y aliviar los bajos recuentos que provocan los tratamientos con quimioterapia.
"Los autores demuestran que la dieta cetogénica reduce la trombocitopenia, que es una complicación grave en pacientes con cáncer tratados con quimioterapia y que puede llevar a limitar su eficacia e incluso a suspender el tratamiento, afectando a la supervivencia del paciente. La investigación muestra cómo el cuerpo cetónico B-hidroxibutirato cambia el perfil epigenético de las células sanguíneas para promover la formación de plaquetas", explica a SMC España Nabil Djouder, jefe del grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas).
Las plaquetas son células producidas por la médula ósea que poseen un papel muy importante en la coagulación de la sangre. Se encargan de realizar un taponamiento (coágulo) y evitar la hemorragia en caso de una herida. Cuando la quimioterapia afecta a la médula ósea, el número total de plaquetas puede descender, por lo que aumenta el riesgo de hemorragia incluso ante mínimos traumatismos. De hecho, en este caso es normal observar hematomas que surgen espontáneamente.
"Otro hallazgo interesante del estudio es que la suplementación de un cuerpo cetónico, o una dieta cetogénica, podría ejercer el mismo efecto sin necesidad de someter al paciente a una intervención dietética tan exigente. Esto es especialmente relevante para los pacientes con cáncer que tienden a perder peso como efecto secundario de la medicación o del propio tumor", asegura Alejo Efeyan, jefe del Grupo de Metabolismo y Señalización Celular del CNIO. "Otro aspecto a tener en cuenta es que los cuerpos cetónicos ayudan a aumentar el número de plaquetas, aunque no inciden en la anemia o la linfocitopenia, otros efectos secundarios de la quimioterapia. Este efecto selectivo no resta valor al trabajo. Las observaciones clínicas, tal y como indican los autores, son preliminares, pero exigen una mayor investigación sobre una observación muy interesante y clínicamente relevante”, defiende este especialista.
Ensayo con ratones
"Este artículo es interesante porque emplea la genética de los ratones, el análisis metabólico y los datos de los pacientes para desentrañar uno de los mecanismos de protección que controlan los efectos beneficiosos en las células normales. El principal hallazgo es que la elevación de los cuerpos cetónicos (la fuente de energía para nuestras células cuando ayunamos o cuando llevamos una dieta cetogénica, baja en carbohidratos) tiene efectos positivos en la producción de plaquetas. Dado que una de las consecuencias negativas de la quimioterapia para las células normales es una grave supresión de la formación de plaquetas, este impulso en la formación de plaquetas podría aumentar la tolerancia de los pacientes a la quimioterapia y prevenir o minimizar el efecto secundario de un bajo recuento de plaquetas en los pacientes con cáncer", detalla Alejo Efeyan, jefe del Grupo de Metabolismo y Señalización Celular del CNIO.
"Los datos bioquímicos están muy bien analizados y el estudio es muy completo, con una gran variedad de tecnologías moleculares para ligar la dieta cetogénica con los niveles de beta-hidroxibutirato circulante y la activación de los programas de maduración y diferenciación de megacarióticos para producir plaquetas", detalla Marcos Malumbres, jefe del Grupo de División Celular y Cáncer del CNIO y profesor visitante en el Instituto del Cáncer Dana Farber en la Universidad de Harvard, Boston. "Así mismo, la dieta cetogénica es capaz de mantener los niveles de plaquetas altos en ratones tratados con quimioterapia en un estudio bien controlado y analizado, lo cual le añade un interés terapéutico en diversas condiciones de trombocitopenia (contaje bajo de plaquetas). En general, es importante entresacar que el estudio describe una actividad específica en ensayos controlados que puede tener repercusiones y utilidad, pero no pretende defender las dietas cetogénicas frente a otras dietas como estilo de vida habitual, lo cual requiere estudios a largo plazo, advierte el experto.
"Los ensayos que se han hecho en ratones y humanos analizan el efecto de la dieta cetogénica a corto plazo. En estos ensayos, esta dieta disminuye el peso corporal, aumenta los cuerpos cetónicos en la sangre, y resulta en un aumento de las plaquetas circulantes".
"Es quizás difícil predecir los efectos a más largo plazo, ya que en humanos se ha descrito que las dietas cetogénicas pueden conducir a aumento de peso a largo plazo. Tampoco queda claro si hay datos que avalen que los suplementos de hidroxibutirato, en qué medida y en qué condiciones nutricionales, podrían mejorar los contajes de plaquetas. Por otra parte, los datos en donde se analiza el efecto de la dieta cetogénica en respuesta a quimioterapia son retrospectivos, y aunque se encontraron diferencias estadísticas que muestran mayor número de plaquetas en los pacientes con dieta cetogénica, esta parte del trabajo tiene limitaciones importantes en el número de pacientes y la falta de control de diversos parámetros que son difíciles de analizar en estos estudios retrospectivos. Sin duda, los datos publicados sugieren la necesidad de realizar estos estudios controlados en personas sea con dieta cetogénica o suplementación con hidroxibutirato”, añade Malumbres.
Dietas y cáncer
“Se trata de otro estudio interesante que apunta a los efectos beneficiosos de la dieta cetogénica en el tratamiento de enfermedades", dice Djouder. La dieta cetogénica también ha demostrado tener efectos beneficiosos contra varios tipos de cáncer y puede tener múltiples efectos beneficiosos en estos pacientes, incluido el aliviar la trombocitopenia inducida por la quimioterapia y posiblemente otros efectos adversos".
"Cabe destacar que el ayuno, las dietas que imitan el ayuno o la restricción calórica podrían tener similitudes y mecanismos de acción similares, ya que se ha observado la cetogénesis y la producción de cuerpos cetónicos en sujetos que siguen estas dietas. Sin embargo, a muchos pacientes les resulta difícil mantener y tolerar el ayuno prolongado o la restricción calórica debido a diversos efectos como la fatiga, el dolor de cabeza, las náuseas, el estreñimiento, la hipoglucemia y la acidosis, por lo que los enfoques que no limitan la ingesta calórica, como la dieta cetogénica, pueden ser más útiles en la terapia del cáncer", destaca el experto.
"La dieta cetogénica es barata y muy a menudo bien tolerada por los pacientes, pero es importante establecer tratamientos personalizados para tipos de cáncer y pacientes específicos. También es esencial identificar pequeñas moléculas y dianas terapéuticas, como el B-hidroxibutirato, para establecer nuevas líneas de tratamiento y evitar la necesidad de intervenciones dietéticas", concluye Djouder.
"Este trabajo se une a una tendencia en los últimos años a analizar el efecto de intervenciones nutricionales en múltiples parámetros de salud e incluso en la repuesta a tratamientos terapéuticos agresivos como la quimioterapia contra el cáncer", indica Malumbres. "Las dietas cetogénicas se han discutido mucho en los últimos años y han mostrado tener algunas ventajas específicas en situaciones controladas. Este estudio añade un nuevo parámetro no estudiado con anterioridad: el efecto sobre los niveles de plaquetas. El estudio demuestra que una dieta cetogénica produce niveles alto de hidroxibutirato. Este compuesto se usa actualmente como suplemento nutricional para ganar masa muscular, entre otras cosas. El trabajo añade una nueva utilidad de este compuesto químico para aumentar los niveles de plaquetas. Este aumento no es necesario en la mayor parte de las personas, pero puede ser muy relevante para ciertos tipos de enfermedades, así como en tratamientos de quimioterapia que frecuentemente resultan en trombocitopenia (recuento deficiente en plaquetas)".
“Los efectos beneficiosos de diferentes regímenes de restricción dietética siguen cobrando fuerza, ya que los trabajos preclínicos siguen demostrando que dichas intervenciones retrasan el crecimiento de los tumores, mejoran la inmunidad antitumoral y ejercen una protección de las células normales no tumorales del huésped. En general, esta vertiente terapéutica contra el cáncer se encuentra aún en una fase temprana de desarrollo, en parte, por el carácter preclínico de la mayoría de los hallazgos y, en parte también, porque aún ignoramos los mecanismos moleculares subyacentes, es decir, todavía no sabemos cómo y por qué se produce este beneficio, concluye Efeyan.