Encuentran a su hija secuestrada hace 51 años gracias a una prueba casera de ADN

Alta Apantenco y Jeffrie Highsmith nunca se cansaron de buscar a su hija Melissa secuestrada hace 51 años cuando la dejaron al cuidado de una canguro que desaparición con ella sin dejar ni rastro. Ahora, una prueba de ADN casera, ha permitido que los tres se hayan encontrado en Forth Worth, Texas, la misma ciudad en la que han vivido juntos sin saberlo.

La rocambolesca historia arranca en 1971 cuando Melissa Highsmith tenía 22 meses. Su madre, Alta Apantenco, recién separada, necesitaba mantener su trabajo y con la pequeña Melissa era imposible. Buscó una canguro y a través de un anunció contactó con Ruth Johnson que aseguró poder encargarse de su hija porque ya lo hacía con otros bebés en su casa con jardín.

La familia biológica de Melissa Highsmith descubrió coincidencias en el adn de tres personas lo que activó la búsqueda

Esa fatídica noche del 23 de agosto de 1971, Alta dejó a Melissa al cuidado de su compañera de habitación mientras ella se iba a trabajar y a la espera de que llegase Ruth Johnson a recogerla como pasó momentos después. Y nada más se supo de la pequeña Melissa.

Durante años, Alta y Jeffrie no dejaron de buscar a su hija secuestrada. Participaron en programas de radio y televisión, crearon posdcats y páginas web para mantener viva su busca y la atención de la gente.

Incluso creyeron poder encontrarla gracias a pistas que con el tiempo se descubrieron como falsas. Hasta que un día, Jeffrie se hizo un test casero de adn que envió a la empresa 23andMe, especializada en encontrar familiares desconocidos. Los resultados llegaron el pasado 6 de noviembre y ahí todo dio un giro inesperado.

Según cuenta el medio local Fort Worth Star-Telegram, la base de datos encontró una coincidencia tres personas que resultaron ser hijos de una mujer que respondía al nombre de Melanie Brown. Una prueba posterior de ADN determinó que Melanie Brown era realmente Melissa Highsmith y esas otras tres coincidencias, nietos de Jeffrie.

Mientras Melanie, ahora Melissa, está a la espera de los resultados de pruebas oficiales de ADN, su familia no tiene dudas de que sea su hija secuestrada hace 51 años. Se basan para ellos en algunas marcas de nacimiento en su espalda que coinciden con las que tenía de bebé.