Los padres acusados del asesinato de sus dos bebés en Caudete (Albacete) en enero de 2018 y junio de 2019 han sido condenados a más de 50 años de cárcel, según la sentencia que se ha dado a conocer este viernes.
La magistrada de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha impuesto, por otro lado, una pena de cinco meses de cárcel a la abuela paterna, M.G.T.S., como cooperadora necesaria en la comisión por omisión de un delito de maltrato habitual, si bien ha sido absuelta del delito de homicidio por imprudencia.
La madre ha sido condenada a 45 años de cárcel por los delitos de asesinato, así como a otros 17 años y medio por lo cinco delitos de lesiones y más de tres años y medio por los dos delitos de maltrato habitual, de los que el jurado popular que participó en el proceso la declaró culpable.
Al padre, le han impuesto 40 años de cárcel por los dos delitos de asesinato; diez años más por los cinco de lesiones y tres años y medio por los delitos de maltrato habitual.
Se considera probado que los padres, de común acuerdo y aprovechando la situación de indefensión del bebé y la intimidad de su hogar, sometieron a su primer hijo "a un ambiente hostil, de forma voluntaria y consciente" y que "propinaban golpes al menor, lanzándolo desde lejos violentamente sobre una sillita de bebé".
También que en uno de los golpes le fracturaron la clavícula, sin que lo llevaran para que recibiera la atención médica que precisaba, así como, en otra ocasión, le golpearon la cabeza contra una superficie dura no determinada, de forma violenta, que le causó un grave traumatismo craneoenfálico por el que acabó falleciendo en el Hospital de Albacete, al que fue derivado desde el de Almansa, en enero de 2018.
En febrero de 2019 nació el segundo hijo, sobre el que se considera probado que también estaba sometido a malos tratos.
Entre otros episodios de fuertes golpes por los que no recibió la atención médica necesaria, se ha considerado probado que, en la madrugada del 28 de junio de 2019 golpearon fuertemente al menor en la espalda. La fractura que sufrió en las costillas le produjo un hemotórax , colapso respiratorio , hipoxia, atelectasia pulmonar y grave insuficiencia respiratoria que provocaron su muerte.
Respecto al padre, la sentencia indica que "se encuentra diagnosticado de una discapacidad intelectual con Capacidad Intelectual límite, teniendo conservadas sus facultades cognitivas y volitivas, sufriendo una ligera alteración de sus facultades de entender y querer por sus limitaciones de la actividad adaptativa, con poca tolerancia a la frustración".