Bulla es la única cerda que tiene licencia en España para recoger trufas. Es capaz de olisquear este codiciado hongo incluso con 20 centímetros de nieve.
Para Feli Sánchez-Espuela, copropietaria, Bulla es fantástica, aunque “con un carácter muy marcado”. Empezaron a entrenarla cuando tan solo tenía seis meses y, con el tiempo, se ha convertido en toda una experta. “Es insaciable, se pasaría todo el día comiendo y buscando trufas.”, dice Javier López, recolector de trufas. Este oro negro se distribuye desde Ocenilla, en Soria, a toda España y al extranjero. Y se degusta en los mejores restaurantes, pudiendo alcanzar hasta los mil euros de precio.