El actor Chris Hemsworth se retira momentáneamente del cine tras descubrir que es portador de dos copias del APOE4, el gen de factor de riesgo más elevado para padecer Alzheimer. Alrededor del 2 al 3 por ciento de la población porta dos copias de este gen.
Aunque tener un “gen predeterminado” no implica que se vaya a desarrollar la enfermedad, sí alerta a su portador del riesgo que tiene, por eso Hemsworth ha decidido evitar esa posibilidad y cambiar su estilo de vida.
Lo va a hacer manteniendo una vida aún más saludable como prevención. Lo ha contado el mismo actor cuando precisamente presentaba Limitless de National Geographic , su nueva serie documental que está promocionando. Fue en este programa donde le detectaron su predisposición al Alzheimer y pese a lo duro del diagnostico no quiso ocultarlo, al contrario, pensó que era un buen momento para hacerlo público y así de paso promover la importancia de cuidar el cuerpo y la mente.
“No quería manipular (la información que le habían dado) y dramatizarlo en exceso, o convertirlo en una especie de tontería de empatía o lo que sea para entretener”, ha explicado, tras aclarar que los consejos que da en su nuevo programa son una buena manera de "alargar la vida"
Consejos como gestionar las horas de sueño o evitar el estrés son parte de su nueva rutina. Además de descansar más tiempo entre rodaje y rodaje para estar con su familia.
"Cuando tiene predisposición a enfermedades cardiovasculares, cáncer, lo que sea, se trata de controlar el sueño, controlar el estrés, la nutrición, el movimiento y el estado físico. Son todas las mismas herramientas que deben aplicarse de manera consistente", ha comentado el actor en Vanity Fair.
En Limitless (Sin Límites) Hemsworth lleva a cabo retos extremos para potenciar la longevidad, lo que resume de algún modo su nuevo objetivo de vida.
Gracias al programa, y tras recibir los informes médicos, el actor confiesa haber encontrado la motivación para introducir esos cambios necesarios y recomendables en su estilo de vida.
Porque lo cierto es que varios estudios están demostrando que las personas que son físicamente activas son menos propensas a presentar un deterioro de la función mental y por tanto tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Está comprobado que la actividad física ayuda al cerebro no solo a mantener el flujo sanguíneo sino también a aumentar las sustancias químicas que le protegen.
Cuidar la alimentación también parece importante, la dieta mediterránea por ejemplo, se ha relacionado con un menor riesgo de padecer esta enfermedad. Es decir, comer saludablemente incluyendo en la dieta frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado, y cocinar con aceite de oliva.
Otra medida necesaria es no fumar o limitar las bebidas alcohólicas, así como mantener la mente activa, potenciar las relaciones sociales de calidad y dormir adecuadamente al menos seis horas diarias.
Recursos al alcance de todos que pueden ayudar a ganar la batalla al Alzheimer.