Los agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) de la Policía Nacional entraron a la vivienda a la una y media de la mañana del pasado martes. Minutos antes, la sala del 091 había recibido una llamada preocupante: una voz masculina alertaba de que su pareja amenazaba con quitarse la vida y saltar por la ventana de un quinto piso en una calle del distrito madrileño de Ciudad Lineal.
Con esa premisa, un indicativo Z subió a la casa, mientras el propietario abría la puerta y espetaba: “Pasad, pasad y ayudadle, que quiere tirarse por una ventana”. Sin embargo, la escena fue distinta, ya que encontraron a otro sujeto tirado en una cama, sin responder apenas a los estímulos y en “estado bajo de consciencia”, según fuentes de la investigación. Cuando pasaron al salón, los agentes se encontraron la habitación alterada, con los muebles cambiados de sitio y varios enseres por el suelo. Eran signos de una pelea.
Pero lo más extraño llegó cuando bajaron la mirada a una mesa junto al sofá del salón. Allí había una especie de maletín, rojo y negro, con medio centenar de cajitas pensadas en origen para guardar las cuentas que se utilizan por ejemplo en trabajos de bisutería. Pero lejos de ver abalorios, los agentes encontraron allí clasificadas medio centenar de muestras de drogas distintas. El listado es tan exento como exótico: desde pastillas de MDMA de una veintena de tipos y colores a dosis de opio, ketamina, speed, cristal, 2CB, amapola machacada, aceite de hachís, tusi en polvo y en pastilla, cocaína, LSD, GHB, viagra, metilona (conocida como la droga caníbal) y otras sustancias psicoactivas como el Kraton (una planta de la familia del café) o las semillas de Morning Glory, una planta común en algunos jardines y cuya simiente tiene un principio alucinógeno llamado LSA. Hasta botellas de óxido nitroso.
Precursores detrás del sofá
Ante los agentes, el propietario de la vivienda se reconoció dueño de las sustancias y explicó sin tapujos que él era un “apasionado” de las drogas de diseño y esa era su particular colección, perfectamente clasificada y con los nombres de cada sustancia en cada uno de los recipientes. Los policías no le creyeron, ya que detrás del sofá una importante cantidad de sosa cáustica, además de sustancias precursoras de estas drogas de diseño. Por eso los agentes de la comisaría de Madrid-Puente de Vallecas decomisaron además lo que consideran como material para la fabricación y el procesado de este tipo de sustancias. En total, encontraron muestras de 56 tipos de droga en la casa.
Aun en la vivienda, cuando la persona que estaba sobre la cama comenzó a reaccionar, confesó que había habido una fuerte pelea en la vivienda entre los dos ocupantes mientras consumían este tipo de drogas y que ambos mantenían una relación sentimental desde hace tres años. Ante la violencia de los golpes y según esa versión, este hombre amenazó con tirarse por una ventana para que su pareja le dejase escapar de la escena. Cuando las unidades de asistencia sanitaria llegaron al lugar, trasladaron a la presunta víctima al hospital para someterlo a una exploración médica psiquiátrica, mientras la Policía Nacional detuvo al hombre que se reconoció propietario de las drogas.