Esta misma mañana ha dado comienzo, en la Audiencia Provincial de Salamanca, el juicio contra un hombre acusado de matar a un hombre y herir a otra mujer en el barrio salamanqués de Garrido el pasado año. Los hechos tuvieron lugar el 28 de agosto de 2021, tras una disputa en un bar, el acusado disparó con un arma de fuego, las cuales son la primera causa de muerte de menores, a dos personas por la espalda, ahora se enfrenta a 36 años de cárcel por dos delitos de asesinato, un "delito consumado de asesinato con alevosía" y otro en grado de tentativa.
El supuesto autor de los hechos a su llegada a los juzgados ha sido recibido por amigos y familiares de las víctimas, así como vecinos de la localidad, a gritos de "asesino" cuando se bajaba del coche de la Policía Nacional que le transportaba hasta la Audiencia.
El sonido de los disparos, acompañados de gritos de desesperación y angustia, es lo que recuerdan los vecinos del barrio de Garrido de aquella madrugada del sábado 28 de agosto. El terrible acontecimiento dejaba una víctima mortal y una mujer herida de gravedad, quien tuvo que ser ingresada de urgencia en la UCI del Hospital Virgen de la Vega después de ser operada. En menos de 48 horas, el presunto autor, era detenido por la Policía Nacional.
José María de 52 años y Belén no conocían de nada a sur verdugo. Ambos estaban en un bar de la localidad junto a otra amiga disfrutando de la noche salamanquina. Fue allí donde vieron por primera vez al hombre que posteriormente les dispararía al salir del lugar. Este se acercó a las dos mujer con la intención de conversar, "ellas lo rechazaron y él las invitó a unas copas que lleva a la mesa", lo que produjo una "disputa verbal sin ningún tipo de violencia", según informó la subdelegada del Gobierno, Encarnación Pérez, poco después de lo sucedido y que recoge SalamancaALDÍA.es.
Fue este altercado el que desató la ira del asesino, quien esperó a que los amigos marchasen del bar para seguirlos "a cierta distancia. Cuando se acercan a casa de Belén el sujeto saca una pistola y dispara por la espalda, primero a él y luego a ella, ya en el suelo vuelve disparar con ánimo de rematarlos y se va de manera sosegada", relatan las mismas fuentes.
Durante su estancia en la Audiencia de Salamanca, el acusado se ha mostrado impasible y con gesto frio. Así mismo, ha confesado realizar el crimen y ha relatado todo lo que ocurrió aquella fatídica noche, de la que no se acuerda mucho ya que asegura que había consumido drogas y alcohol. En cuanto al arma del crimen, este vigilante de seguridad, ha confesado que salió con el arma de casa dispuesto a quitarse la vida ya que esta deprimido.
Estos mismo argumentos han sido los utilizados por su abogado para que Emilio cumpla su condena en un centro psiquiátrico: "lo que tiene que valorar el jurado es el estado mental de esa persona". Algo que no ha sentado del todo bien a la familia, que aseguran que hay que estar cuerdo para cometer ese delito con tanta "sangre fría".