"¡Patria!, ¡fucking Ñeta!", se oía gritar a un grupo de enmascarados que corrían con machetes en lo alto por la Avenida de la Albufera, en el distrito madrileño de Vallecas. Eran las siete y media de la tarde. Al llegar a una plazoleta atacaron sin piedad a sus rivales. A Richard le alcanzaron por detrás cuando intentaba esquivar los golpes de sus adversarios. Recibió una cuchillada en los riñones y otra mortal en el corazón. Tenía 17 años. Sus amigos le llamaban 'Navajito'. Era ecuatoriano y vivía con sus padres y sus cinco hermanos. Su novia le vio caer desplomado en el asfalto y avisó a su madre, que a los pocos minutos lloraba junto al cadáver. Los sanitarios del Samur confirmaron su fallecimiento y atendieron a un amigo suyo de 25 años, con un brazo semiamputado.
En un callejón donde el menor solía reunirse con sus amigos, cerca del metro de Nueva Numancia, colgaron dos fotografías suyas, junto a fragmentos de la Biblia y algunas velas. En una de ellas se le veía haciendo con los dedos el gesto de los Ñetas, la banda a la que pertenecía aunque sus familiares siempre lo han negado.
La venganza no se hizo esperar. Al día siguiente dos miembros de los Ñetas acudieron con una pistola a unas canchas deportivas en la calle Travesía de Palomeras de Vallecas donde sabía que se reunían los Trinitarios y dispararon por la espalda a un chico de 21 años.
'Tyson', 'Plátano', 'Aldo' o 'Solitario Dady' son los alias de algunos los pandilleros detenidos por el crimen de Richard. Nueve jóvenes que desde este jueves y hasta el próximo 21 de noviembre se sientan en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de Madrid. Los agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional (BPI) que investigan a estos los grupos urbanos los consideran miembros 'probados', 'activos' y muy violentos de los Trinitarios.
En la primera vista, siete de ellos se han negado a declarar y los otros dos apenas han dado detalles. Solo se han limitado a reconocer que estaban presentes en el lugar de los hechos, el 25 de septiembre de 2016. Les detuvieron cuando intentaban darse a la fuga. Es una de sus estrategias de defensa habituales, como negar que forman parte de la banda y que conocen al resto de los implicados o tirar por la borda el trabajo de los funcionarios, alegando que han manipulado las pruebas o que no cumplen con las debidas garantías legales.
Para cuatro de los acusados la Fiscalía solicita la prisión permanente revisable. Es la primera vez que piden esta medida para este tipo de delincuentes en España. Es la máxima condena contemplada en el Código Penal. Aprobada en marzo de 2015, se aplica en los delitos contra el rey y sus herederos, homicidios terroristas, genocidio, crímenes de lesa humanidad o en los asesinatos agravados.
El pasado mes de mayo, el Tribunal Supremo avalaba esta pena para los asesinos de menores al considerar que estos hechos siempre llevan aparejada la 'alevosía'. En este caso, las víctimas eran miembros de los Ñetas que se habían implantado en el territorio junto a los Latin Kings desde finales de los 90 y que hasta entonces ejercían el control de la zona. Conocían a sus verdugos de haberles visto por el barrio. Incluso se sabían sus apodos. Algunos habían recibido amenazas de muerte previas.
Según el escrito del Ministerio público, los agresores "actuaron de mutuo y previo acuerdo", "guiados por su animadversión hacia la banda de los Ñetas, de forma organizada, rápida y sorpresiva, tratando de evitar la capacidad de reacción de sus víctimas, conscientes de la superioridad numérica de la 'masa' que integraban y asumiendo todos ellos los fines, medios e instrumentos de su acción, con consciente y absoluto desprecio hacia su vida e integridad física".
Entre los atacantes había además al menos cinco menores, que siguen un procedimiento a parte. Considera que se trata de un delito de odio y que los acusados forman parte de una organización criminal.
Durante la inspección ocular los agentes de la Brigada Científica consiguieron recuperar varias armas blancas con restos de sangre y ADN de los autores del homicidio. Ingresaron en prisión provisional pero después de dos años la mayoría acabaron quedando en libertad, tras haber superado el máximo tiempo legal establecido sin que se hubiera celebrado el juicio.
Son viejos conocidos y se ha podido comprobar que han seguido cometiendo delitos desde entonces. Llevan más de una década de guerra entre bandas y la Policía detrás de ellos. La sección 2º había fijado la fecha del juicio para el pasado mes de enero pero tuvieron que suspenderlo y aplazarlo. Estos procedimientos con tantos acusados pueden prolongarse durante años, al interponer recursos los abogados de las partes o requerir que se practiquen nuevas pruebas o informes.
Queda probado que algunos miembros de los atacantes habían estado juntos anteriormente y eran una asociación ilícita. Según se recoge en el artículo 515 del Código Penal, consiste en una alianza de personas con el fin de "cometer algún delito o falta o promover su comisión de forma organizada, coordinada y reiterada".
Víctor José del Blanco Alejos, alias 'Tyson', es el más mayor de los nueve imputados. Actualmente tiene 30 años. La primera vez que le detuvieron tenía17, en marzo de 2009. Había agredido a un joven junto a ocho miembros de los Trinitarios. Agentes del Grupo de Menores (Grume) volvieron a detenerle un mes después por un intento de homicidio.
Dos meses más tarde, agentes de Seguridad Ciudadana le arrestaron en una pelea multitudinaria entre Trinitarios y Ñetas en unas canchas cerca del Cerro de Tío Pío o 'el parque de las siete tetas', donde identificaron a 26 jóvenes. Quedó acusado de lesiones y pertenencia a organización criminal. Los agentes intervinieron un machete de 45 centímetros de hoja, un bate de béisbol, varios adoquines y botellas rotas de vidrio en las inmediaciones.
Desde entonces han vuelto a ponerle los grilletes varias ocasiones. En 2016 un Ñeta acudió a la comisaría para denunciar que se había presentado en su casa y había amenazado de muerte a él y su familia, acompañado de 'Aldo' y 'Plátano', dos de sus aliados.
Adrián González Sisa, apodado 'Plátano', nació en Madrid hace 25 años. También tenía 17 años la primera vez que le detuvieron, en marzo de 2014, por robar a un miembro de los Dominican Don't Play (DDP), sus principales rivales. Estaba con diez Trinitarios en el distrito de Usera. Seis de ellos fueron arrestados. Les intervinieron seis cartuchos detonadores y una bombona de dióxido de carbono.
Un mes más tarde, los servicios de emergencias tuvieron que atenderle como víctima. Tres componentes de los DDP le hirieron con un bolomachete. Fue una venganza. Pronto se recuperó y cuatro meses después agentes de la Policía Local de Getafe le identificaron en la estación de cercanías junto a otros 57 jóvenes, la mayoría Trinitarios, cuando acudían a un botellón en el parque de la Alhóndiga.
El 5 de marzo de 2016 se encontraba entre un centenar de jóvenes que fueron identificados tras una pelea en la Puerta del Sol, en la que murió un Trinitario de 15 años y otro de 18 resultó herido. Todo comenzó como un encuentro fortuito en el vestíbulo del Metro con un grupo más numeroso de DDP. Así empezó una cacería en pleno centro de Madrid. Siete personas fueron detenidas, cinco menores y dos adultos.
En agosto, un miembro de los Ñetas denunció que había ido a amenazarle a su su casa con 'Tyson' y 'Aldo' y. En septiembre mataron a 'Navajito' en la plaza María Paz Unciti.
Otro de sus aliados es Lucas Wellington Cassemiro Dos Santos, brasileño que se encuentra en situación irregular en España. Tiene una orden de expulsión del territorio nacional que aún no se ha ejecutado con el objetivo de que pueda comparecer cuando sea requerido en sede judicial.
La primera vez que los funcionarios de la Brigada Provincial de Información le ficharon fue en marzo de 2012, con ocho miembros de los Trinitarios. Reside en el distrito de Usera-Villaverde aunque ha sido localizado en distintos puntos de la región durante estos años. Cuenta con antecedentes por amenazas, atentado a agente de la autoridad o robos con fuerza entre otros.
En febrero de 2013 le detuvieron por amenazas. Un mes después, por robar a un DDP junto a diez jóvenes, entre ellos 'Plátano'. En diciembre del mismo año, la Policía le detuvo en Villaverde por atentado a agente de la autoridad. En octubre de 2014 le arrestaron por un robo con fuerza con otros dos trinitarios.
El 25 de noviembre de 2014 dos miembros de los DDP intentaron matarle. En 2016 participó en la 'caída' a los Ñetas en Puente de Vallecas. Sus últimos arrestos datan de 2020, uno por robo con violencia y otro por falsedad documental.
Daniel Isaías Caiza Ulcuango, apodado "SOLITARIO-DADY" es español de origen ecuatoriano. Tiene 26 años y vive en Carabanchel. Es el que ha sido detenido en más ocasiones de todos. Agentes de la Policía Municipal de Madrid le identificaron por primera vez en marzo de 2014. Estaba con cuatro miembros probados de los Trinitarios en la Calle Rafaela Ybarra -en el distrito de Usera- en una pelea con miembros de los DDP. Le acusaron de una falta de lesiones.
Un mes después la Policía Local de Leganés le identificó con otros diez pandilleros, entre ellos 'Tyson'. En agosto, en la plaza situada frente a la Junta Municipal de Usera. Les requisaron un machete. También estaba en el botellón del parque de la Alhóndiga en Getafe con 'Plátano'.
Poco después fue víctima de un robo con violencia e intimidación y lesiones a manos de un DDP cuando se encontraba con otros tres jóvenes. Una semana después tomaron represalias y fue identificado en el parque situado en la calle Plan Parcial en Orcasitas, junto a otros dieciocho jóvenes, casi todos Trinitarios.
Estaba presente en la pelea contra los 'Ñetas' el parque del Cerro de Tío Pío. En su historial se amontonan los antecedentes por estar involucrado en peleas multitudinarias. También le han requisado puñales, bolomachetes o navajas de mariposa. En una ocasión llegaron a intervenirle un ticket de compra en el año 2014 que demostraba que había adquirido diversas armas blancas en una tienda situada en el Centro comercial Xanadú, por lo que podría estar abasteciendo de armas al grupo. Estos movimientos tienen una fuerte jerarquía y los miembros van ascendiendo por influencia y prestigio.