Los médicos de urgencias de los centros de salud están en pie de guerra en la Comunidad de Madrid. No son los únicos. Los facultativos de Atención Primaria en Cantabria y sus colegas de Navarra también han empezado a tomar medidas contra una situación que los sindicatos convocantes consideran “crítica” por la sobrecarga del personal y sus malas condiciones laborales.
¿Qué es lo que está ocurriendo? El problema, aseguran, es generalizado en toda España y se ha agravado tras la pandemia. Faltan médicos de familia. Eso es un hecho. Aunque la situación en Madrid es aún peor tal y como se ha puesto de manifiesto con la "caótica reapertura" de los centros de urgencias, denuncian las asociaciones médicas.
Ninguna comunidad autónoma había mantenido estos servicios cerrados tanto tiempo y la Comunidad de Madrid los ha reabierto ahora sin contratar a más personal. Antes de la pandemia había 360 médicos para 80 puestos de urgencias extrahospitalarias. Ahora hay 228 facultativos, explica María Justicia, presidenta de Atención Primaria de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), convocante del paro. ¿Qué ha pasado con el resto del personal? Muchos fueron reubicados en servicios que siguen operativos, como los vehículos de intervención rápida o en el centro de coordinación. Así que los números no dan, afirma la doctora.
Para suplir esta carencia de personal, una de las propuestas por parte de la Consejería de Sanidad madrileña fue ofrecer guardias voluntarias a los médicos de familia de los centros de salud, pero "a 19 euros brutos la hora", la respuesta no fue la esperada. "Si las pagaran de forma justa, por ejemplo a precio de bombero, que cobran más del doble, la situación cambiaría", reconoce Ana Giménez, secretaria técnica de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
La última propuesta por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha sido optar por la videoconsulta en aquellos centros donde no sea posible tener físicamente un médico. De forma que 46 puntos contarán con médico y enfermero, y los otros 34 con dos enfermeros y videoconsulta con facultativo. "Un modelo transitorio de organización de los centros sanitarios 24 horas hasta que se reconduzca la situación de conflictividad laboral generada en los 10 primeros días de reapertura de esta red", anunció el lunes la Comunidad en nota de prensa. Un "despropósito", considera María Justicia, porque "¿cómo van a explorar un dolor abdominal, un dolor torácico o una cefalea? Las urgencias no puede hacerse telemáticamente, tienen que contar con un médico", subraya la portavoz de AMYTS.
Según la presidenta de la Comunidad de Madrid, el problema es, aparte de un "profundo activismo político", la falta de médicos en España y "el Gobierno no hace nada, está más ocupado de indultar, de soltar presos de ETA y de seguir empoderándose", ha acusado Ayuso en una entrevista en El Programa de Ana Rosa. “Médico que esté en paro, médico que esta misma tarde yo contrato en la Comunidad de Madrid”, ha dicho. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, no ha tardado en responder: "Ante los exabruptos de la señora Ayuso, algunos datos contundentes y demoledores". Las plazas para Medicina de Familia han subido un 36% a nivel nacional, pero en la Comunidad de Madrid se han reducido un 2%. "Los servicios de urgencia de Atención Primaria se ha incrementado desde 2018 un 30%, en cambio en Madrid las plantillas han disminuido un 38%".
En Madrid se ha invertido mucho menos, asegura Darias, aunque lo cierto es que la falta de médicos de Atención Primaria es un problema que afecta a toda España. En La Rioja, reconocen fuentes de la Consejería de Sanidad a NIUS, también supone un problema debido al alto porcentaje de facultativos que se están jubilando, pero "nuestros 15 puntos de asistencia continua, salvo situaciones sobrevenidas, funcionan con normalidad y, desde luego, no se nos ocurre abrir uno si no está el médico", indican a NIUS.
¿Cuál es la situación en otras comunidades autónomas? En Cantabria, por ejemplo, los médicos de Atención Primaria iniciaron este lunes una huelga indefinida como medida de protesta ante las "precarias" condiciones laborales y un aumento de las agresiones. En Navarra, los sindicatos médicos han dado margen para la negociación, pero la amenaza de paros está encima de la mesa.
En Galicia, la situación de la Atención Primaria tampoco está bien. La saturación de los centros de salud ha pasado de ser puntual a cronificarse. “Claramente hemos empeorado con la pandemia”, afirma Jesús Sueiro, portavoz de la Asociación Galega de Medicina Familiar y Comunitaria (AGAMFEC). Hay más demanda de pacientes y menos médicos para atender esas consultas. “En los centros se dan dos situaciones: o bien que los médicos tengan agendas inasumibles, de entre 40 y 50 pacientes al día; o que haya listas de espera para acceder al médico de cabecera que llegan a superar los diez días”, explica.
“Hay pacientes que ahora vienen a consulta por un catarro, cuando antes no lo hacían. A ello hay que sumar pacientes crónicos descompensados por falta de atención durante la pandemia y la gran bomba de relojería que es la salud mental. La atención de personas con trastornos, estrés y ansiedad se ha multiplicado”, asegura el facultativo.
El problema es que no hay médicos suficientes para atender a esa demanda. No hay quien pueda sustituir todas esas bajas y reemplazo para los que se jubilan. “Lo que ha pasado es que ha habido una falta de previsión total. Llevamos diez años avisando de que esto iba a ocurrir porque la edad media de los médicos era muy elevada e iba a venir una avalancha de jubilaciones”, sostiene Jesús Sueiro.
No hay médicos de los que tirar porque, explica, no hay médicos que quieran trabajar en una Atención Primaria precarizada. “Por mucho que aumentemos el número de plazas, si no aumentamos la calidad de los contratos, la situación no se va a solucionar”, augura. “Los médicos eligen antes trabajar en un hospital, en mutuas o en clínicas privadas. Incluso, prefieren irse a trabajar al extranjero porque tienen mejores condiciones que en Atención Primaria”.
Una situación que se repite también en Andalucía. "En Madrid, la situación se ha enquistado, pero es un problema generalizado en toda España, reconoce Rafael Gómez, del Sindicato Médico Sevilla. “La Atención Primaria está moribunda, con centros de salud, como el de Lebrija, por ejemplo, en el que tiene que haber 15 médicos de familia, hay solo seis y de los cuatro pediatras, solo hay dos. Los médicos se van por las condiciones de trabajo en las que están, con jornadas extenuantes, citas cada cinco minutos, estrés, cansancio...".
Incluso en el País Vasco, una de las comunidades donde mejor remunerados están los médicos de la Atención Primaria y donde tienen mejores condiciones laborales, se quejan de "una enorme" falta de profesionales acentuada porque las condiciones laborales "no son buenas y los que pueden se van", asevera Mabel Arciniega, secretaria general del Sindicato Médico Euskadi.
Faltan médicos de Atención Primaria en toda España y no porque no haya profesionales formados, sino porque o bien se van a las regiones con mejores condiciones (Murcia o País Vasco) o directamente se marchan al extranjero, coinciden desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.
Según los portales de empleo, el salario medio de un médico de familia es de unos 43.600 euros brutos anuales, unos 2.360 euros netos al mes. Un salario base que, al ser funcionarios, está fijado por el Ministerio, aunque luego cada comunidad autónoma establece unos pluses y unas mejoras laborales en forma de salario o de horario, explican las organizaciones sindicales a NIUS. De hecho, según el portal Jobted, Madrid es una de las que menos paga. Un salario que en Francia puede multiplicarse por dos o por más de tres en Alemania. Al salario más bajo hay que añadir que en la Comunidad de Madrid la vida es más cara que en otros lugares de España.
Los médicos de familia vienen de pasar unos años negativos en cuanto a salario. Entre 2009 y 2018 perdieron un 17% de poder adquisitivo de media. Ligeramente por encima de ese promedio estuvieron los de Madrid, que con un 17,4% fueron los cuartos que más perdieron, según el informe comparativo de Esteban Lifschitz y otros autores que el Ministerio de Sanidad cita como referencia. Además, Madrid es una de las comunidades donde los médicos trabajan 37,5 horas semanales, frente a las 35 de Euskadi, Andalucía y otras seis autonomías.
El último informe de Sanidad sobre la necesidad de especialistas médicos reconoce que el mayor déficil se da en Atención Primaria. Hay muchas causas. "Muchas plazas son en zonas alejadas de las grandes ciudades, con menor atractivo para los profesionales jóvenes (...) Además, los contratos que se ofrecen generalmente son temporales", recoge el documento. Ya se puso de manifiesto cuando quedaron este año 200 plazas MIR de Atención Primaria sin cubrir.
“España es la cantera, forma a los médicos porque el sistema es muy bueno en todas las especialidades, y Europa los recoge porque las condiciones laborales y económicas no tienen nada que ver en España, en general, y en la Comunidad de Madrid en particular donde se han dedicado a maltratar a los médicos y a maltratar a la Atención Primaria”, considera María Justicia, presidenta de Atención Primaria de AMYTS.
España está en una "situación crítica" pero en el caso de Madrid es "especialmente sangrante", coincide Ana Giménez, secretaria técnica de organización de la CESM. "Aragón o Murcia tratan muchísimo mejor a sus médicos que Madrid y tienen la mitad de problemas". "Que faltan médicos es el mantra que repiten siempre, pero no se ponen a pensar nunca por qué se van los médicos de la Comunidad de Madrid a otras comunidades vecinas", señalan también desde AMYTS.
Tal y como explica, María Justicia, la inversión en Atención Primaria significa "salud". La OMS, asegura la experta, recomienda invertir el 25% del presupuesto sanitario en Atención Primaria, aunque en España, de media solo se invierte un 14% y en Madrid la cifra no llega al 11%. Si a ello se le suma el "despropósito y el caos" que supone intentar cubrir el servicio de 78 centros con el mismo personal que antes había para 40, convocando a los profesionales con un mensaje al móvil la noche antes, dividiendo los equipos y trasladando a los médicos de forma unilateral a kilómetros de distancia y de un día para otro, es "normal" que haya personas que se den de baja por ansiedad porque son incapaces de realizar su trabajo en estas condiciones. "No son bajas sobrevenidas, es que en Madrid estamos a punto de estallar", advierte la médica.