Abatido con una pistola táser tras amenazar con un cuchillo y una barra de hierro a un policía local en Cádiz
Abatido con una pistola táser un hombre por amenazar con un cuchillo y una barra de hierro a un policía local en Medina Sidonia, Cádiz
El detenido había sido expulsado de tres locales de hostelería por destrozar una terraza, lesionar a una cocinera y quemar un contenedor
Los agentes de la Policía Local usaron una pistola táser para abatir al hombre, esposarle y llevarle detenido
La Policía Local de Medina Sidonia, Cádiz, ha detenido a un hombre que amenazaba a un agente con un cuchillo de 30 centímetros y una barra de hierro. El sujeto fue abatido con una pistola táser que permitió su inmovilización durante varios segundos para esposarlo de forma segura.
Momentos previos a su detención, el individuo fue expulsado en más de tres ocasiones de dos establecimientos de hostelería por supuestamente destrozar una terraza y provocar lesiones a una cocinera. Además, se le atribuye otro delito de quema de un contenedor y los agentes aseguran una conducta amenazante por parte del detenido.
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Las autoridades que atendían el caso tuvieron que utilizar una pistola táser para abatir al sujeto debido al estado que presentaba contra los agentes y su incesable negación a dejar las armas cuando se le instaba a ello. El impacto le provocó una incapacitación neuromuscular que creó una “ventana de oportunidad” para permitir a los policías esposarle con seguridad una vez este se encontraba paralizado en el suelo.
Las pistolas táser utilizadas por las autoridades
Esta arma, autorizado para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es una pistola de electrochoque que interfiere en el sistema nervioso inmovilizando al individuo al provocarle una descarga eléctrica. No se considera un arma letal ya que, a pesar de generar una descarga de 50.000 voltios, al entrar en contacto con el cuerpo su intensidad se rebaja.
No obstante, los expertos aseguran que, si la descarga se llega a producir cerca del pecho, podría producirse un aumento del ritmo cardiaco que haría peligrar la vida del sujeto que la recibe. En esa situación el Policía no es consciente de dichas dolencias, aunque la sensación que siente el disparado es paralizante y le acompaña un dolor intenso y contracciones en los músculos entre otros posibles efectos.
El detenido portaba un cuchillo de 30 centímetros y una barra de hierro cuando entró en un bar antes de provocar daños con ambos objetos, los mismos con los que momentos después fueron amenazados los agentes que acudieron solventar la situación tras ser informados por varios vecinos que alertaron de los fuertes altercados en el municipio.
Según fuentes de la Policía Local de Medina Sidonia, el detenido fue puesto en manos de la Guardia Civil para pasar a disposición judicial.