"Parece que fue ayer pero han pasado diez años. Hay que tirar para adelante. No nos queda más remedio", dice Isabel de la Fuente. Era la madre de Cristina Arce, una de las cinco fallecidas en la tragedia del Madrid Arena, la madrugada del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2012. En el recinto se celebraba 'Thriller Music Park', una macrofiesta de Halloween en la que el DJ Steve Aoki era la estrella principal. Poco después de las 3:30 de la madrugada se produjo una avalancha humana en uno de los pasillos de evacuación de la pista, quedando aplastadas decenas de personas.
Cristina, Rocío Oña y Katia Esteban tenían 18 años. Perdieron la vida en el recinto, mientras que Belén Langdon de 17 años y María Teresa Alonso de 20 años fueron evacuadas aunque murieron en el hospital una y cuatro semanas más tarde respectivamente.
El principal acusado fue Miguel Ángel Flores, empresario de eventos y dueño de la empresa Diviertt, promotora del evento. También achacaron la responsabilidad a la empresa Seguriber que, contratada por el ayuntamiento, gestionaba esa noche la seguridad en el interior. En los alrededores se registró además un macrobotellón que la Policía Municipal no controló. Los servicios sanitarios en el pabellón era prácticamente inexistentes y a cargo del doctor Simón Viñals, un jubilado que falleció después del juicio, y su hijo Carlos, quien no estaba acreditado.
Pregunta- ¿Cómo te encuentras diez años después de la muerte de Cristina?
Respuesta- La llevo en mi corazón y en mi cabeza. El tiempo pasa muy rápido por un lado y muy despacio por otro. Todos los días son iguales para mí. Mi hija salió con sus amigas y al día siguiente la encontramos en una caja de madera.
Nunca había ido a un evento de este tipo. Yo no conocía el Madrid Arena para nada, ni sabía lo que era. Me dijo que iba a ir con un montón de gente de aquí, de la Alameda de Osuna. Vi que era una fiesta de música electrónica. Nunca pude imaginar que se iban a saltar las medidas de seguridad y que iban a meter ahí a 16.600 personas.
P- ¿Cómo se va superando?
R- Todos los días pienso que Cristina está enterrada en un columbario mientras los responsables están en sus casas tan tranquilos. Fueron cinco muertes, que se saldaron con nueve meses de cárcel cada una. Es ridículo pero la ley es así.
Las familias acabamos destrozadas. También sus amigos y los que estuvieron presentes. Fueron minutos dramáticos. No han vuelto a salir. En su cumpleaños y en su aniversario llevamos unas velas y unas flores a la plaza en la que colocaron una escultura en la memoria de las víctimas. Con el resto de las familias apenas mantengo el contacto.
P- Los responsables ya cumplido sus condenas. ¿Pero han reparado el daño moral?
R- No se sale de esto pero tienes que tirar para adelante. No te mueres cuando quieres, si no cuando te toca. Aquello ocurrió por avaricia de unos y la desidia de quienes tendrían que haber vigilado las condiciones del recinto. Nadie hizo su trabajo cómo debía: ni controlaron el exceso de aforo, ni la Policía Municipal hizo su papel cuando inspeccionó el botellón, ni los sanitarios reaccionaron a tiempo, habiendo podido salvar a las niñas. Ahí quedó demostrado que algunos hacían lo que les daba la gana.
Las leyes tienen que ser justas, no pueden seguir como están. Espero que se cumpla la ley de espectáculos y actividades recreativas, con el endurecimiento que conseguimos. Varios responsables políticos del ayuntamiento de Madrid fueron imputados y otros presentaron su dimisión. Entre ellos el vicealcalde Miguel Ángel Villanueva, que tenía cierto favoritismo hacia determinados empresarios. Pero eso no venía de Ana Botella. Ya lo hacían desde tiempos de Alberto Gallardón.
P- ¿Ha cambiado algo desde entonces?
R-Yo le presenté a Ignacio González -entonces Presidente de la Comunidad de Madrid- medio millón de firmas para endurecer la ley. Ahora está todo más vigilado y controlado que en aquella época aunque no sé si todos los locales cumplen con sus correspondientes licencias o las medidas requeridas, ya que no ha tenido carácter retroactivo.
P- ¿Qué les dirías a los jóvenes que salen de fiesta ahora?
R- Tengo una sobrina que acaba de cumplir 18, otra que tiene 15. Ahora empiezan a salir y les digo que se acuerden de que hubo cinco chicas que una noche iban a bailar y nunca regresaron a casa. Estos chavales que entonces tenían siete o ocho años no sabrán ni lo que ocurrió en el Madrid Arena. Solo les pido que sean conscientes de dónde se meten y quién organiza estos eventos. Hay personas a las que solo les importa ganar dinero y dejan de lado la seguridad.
P- ¿Crees que los empresarios han aprendido algo con la lección o que podría volver a pasar?
R- Ahora es mucho más difícil. Se vigilan más los aforos y las condiciones de los recintos. Al menos después de la pandemia. Pero vamos volviendo a la normalidad y supongo que volverá a haber fiestas, quizás no tan grandes pero volveremos a ver aglomeraciones. Hay que vigilar dónde se mete uno. Siempre puede haber irregularidades", advierte esta madre.