La madre de Alejandro, el policía asesinado en Ciudad Real, en su entierro: "Una maravilla cómo os habéis portado"
El féretro de Alejandro, casado y con un hija, ha sido portado a hombros de sus compañeros entre lágrimas y silencio
Alejandro ha sido despedido este viernes como un héroe, con honores: su compañero herido no faltó para decirle adiós
Así era Alejandro, el policía local muerto en el tiroteo de Ciudad Real: tenía una hija y estaba casado
"Es una maravilla cómo habéis portado. Es una maravilla cómo os habéis portado", ha repetido una y otra vez la madre de Alejandro con semblante apenado, pero, agradecido por cómo su hijo estaba siendo despedido como un héroe. Alejandro Congosto Gómez, el policía local de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) que falleció en acto de servicio durante un tiroteo en el que murieron tres personas y otras tres resultaron heridas, ha sido despedido este viernes como un héroe, con honores y recibiendo la medalla de oro al Mérito Policial de Castilla-La Mancha.
Nadie ha querido faltar en su adiós, ni siquiera su compañero herido. Todo el pueblo está consternado por la mala suerte del joven que deja viuda e hija y que encontró la muerte por ir a ayudar. Como el vecino agricultor que quiso mediar y acabó también fallecido.
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La iglesia de la Visitación de Nuestra Señora de Argamasilla de Calatrava se ha llenado de gente y compañeros de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para dar el último adiós a Alejandro Congosto, de 41 años, casado y con una hija de 7 años.
A las diez de la mañana, bajo un sentido silencio han doblado las campanas para anunciar la llegada del féretro del agente de la Policía Local fallecido, portado a hombros de sus compañeros. A la entrada del templo, para recibir el cuerpo sin vida de Alejandro Congosto, haciéndole un pasillo y saludando, se han reunido casi un centenar de agentes de la Policía Local, la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Entre los vecinos del pueblo, de nuevo, las lágrimas han aparecido por la pérdida del policía y las caras cariacontecidas se observaban por cada uno de los rincones de la plaza de este pueblo de unos 6.000 habitantes.
Momentos antes de la llegada del féretro de Alejandro Congosto ha llegado la esposa del fallecido y, tras ella, los padres del agente, cogidos de la mano, agradeciendo a los vecinos y los compañeros de su hijo cómo se estaban comportando con ellos.
Sus compañeros, con él hasta el final
Ya en el templo, una vez concluido el funeral religioso, un compañero del policía fallecido ha leído la Resolución del Gobierno de Castilla-La Mancha por el que se le ha concedido, a título póstumo, la medalla al Mérito Policial de la región, en la categoría de oro.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha sido el encargado de imponer sobre el féretro, cubierto con la bandera de España, la medalla entregada por el Gobierno regional, la primera que se entrega en la historia de la comunidad autónoma.
La medalla al Mérito Policial de Castilla-La Mancha, regulada por una orden de 2010, es una condecoración honorífica, destinada a reconocer actuaciones meritorias de carácter singular de los miembros de los Cuerpos de Policía Local de Castilla-La Mancha.
En su categoría de oro, se otorga exclusivamente cuando concurra determinadas circunstancias, entre ellas, intervenir en actos en los se haya manifestado una conducta que evidencia un sobresaliente y excepcional valor personal, abnegación y eficacia con riesgo de la propia vida y derivándose de manera casual el fallecimiento, la gran invalidez o la incapacidad permanente para el servicio de Policía Local.
La iglesia de la Visitación de Nuestra Señora acoge también, a las 12.00 de este viernes, el entierro de José Luis Fernández, el agricultor -de 60 años y padre de dos hijos- que acudió a mediar en la pelea inicial, y al que también el alcalde Argamasilla de Calatrava, Jesús Manuel Ruiz Valle, ha calificado como un héroe. Su pérdida también ha sido profundamente sentida en todo el municipio, y en su persona se reconoce también que sin mirar que podía perder la vida, intentó ayudar.