Los efectivos que trabajan en el incendio de Balmaseda, que ha llegado ya a la provincia de Burgos, tienen controlado todos los focos y no hay riesgo para los núcleos urbanos. En las últimas horas hasta 100 efectivos han luchado contra las llamas que han obligado a desalojar a una docena de vecinos y han arrasado dos caseríos. Se han quemado 500 hectáreas.
La UME se ha incorporado a las labores de extinción después de que el Gobierno de Castilla y León haya elevado la alerta a nivel dos. En total hay un centenar de efectivos luchando contra las llamas.
El origen del incendio no está claro. De momento, a primera hora de esta manaña, los equipos de extinción tienen controlados todos los focos, aunque no bajan la guardia porque hay mucho viento y la zona está muy afectada por la sequía. Los técnicos contra indencios dicen que no hay que bajar la guardia. El foco que más preocupa es el de la provincia de Burgos.
En este momento, no hay riesgo para los núcleos urbanos.
Durante el fin de semana, se ha tenido que desalojar a una docena de vecinos y dos familias han perdido sus caseríos pasto de las llamas. Se estima que la superficie quemada es de unas 500 hectáreas.