Un joven de 19 años ha sido condenado a tres años de cárcel por la Audiencia Provincial de Salamanca. El joven, habría iniciado una relación con una menor de doce años y que se fue a vivir con ella cuando cumplió los trece, con la que desde entonces mantuvo relaciones sexuales por lo que ha sido hallado culpable de delito continuado de abusos.
Según los hechos probados de la sentencia, los jóvenes se conocieron a través de las redes sociales en septiembre de 2020, cuando ella aún tenía doce. Poco después, únicamente un mes, al cumplir los trece y tras realizarse el rito gitano del 'pedimento', se fueron a vivir juntos en la misma vivienda en Salamanca. Misma vivienda que los padres de él, y sus dos hermanas, compartían. Durante su estancia allí, la menor no estuvo escolarizada y se dedicaba únicamente a realizar tareas del hogar.
Tras no estar conforme con la relación, en diciembre de ese mismo año decidió poner fin a la misma, volviendo a la casa de sus padres en Zamora. Allí sus progenitores y familiares le encontrarían múltiples quemaduras por todo el cuerpo, así como un golpe en el párpado. Estas heridas, según la menor, habían sido provocadas por su hasta entonces pareja, aunque durante el juicio no han podido ser probadas y el joven ha quedado absuelto de estos delitos.
En cambio, el chico si que ha sido condenado a tres años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 16 años. A su vez, se ha interpuesto una orden de alejamiento durante los próximos cinco años y el pago de una indemnización de 3.000 euros en compensación por los daños morales causados a la víctima.
Recientemente, la Policía Nacional ha abierto una investigación por presuntos abusos sexuales a menores de edad en un colegio de Telde, en Gran Canaria, en el que estarían involucrados varios docentes del centro. Ahora, esta denuncia cuenta con el testimonio de un niño de tres años que relató a sus padres con la ayuda de un muñeco lo que les hacía quien les cuidaba en la siesta. Fue el testimonio de ese menor el que hizo al colegio reaccionar porque, una semana antes, otro padre había acudido al centro para denunciar que su hijo, de cinco años, decía que el mismo cuidador hacia con ellos cosas que no le gustaban.