El profesor del colegio privado de Boadilla del Monte (Madrid) que está siendo investigado por un supuesto caso de tenencia y producción de pornografía infantil, habría usado una piscina hinchable para que las menores se cambiaran hasta cinco veces al día en su despacho, con la intención de verlas y grabarlas sin ropa.

El docente les ofrecía esta piscina para que las alumnas descansaran durante el rodaje de películas, que formaban parte de una actividad extraescolar, según han informado fuentes próximas a la investigación. A pesar de que el caso ya está judicializado por la jueza de Instrucción número 5 de Móstoles, la guardia civil mantiene abierta la investigación contra A.M. por un delito de tenencia y producción de pornografía infantil. Así mismo, la magistrada mantiene abierto el plazo de ofrecimientos de acciones para que se incorporen más perjudicados en la causa. Hasta ahora, solo hay siete familias perjudicadas.

La gran cantidad de material recuperado por la policía señala que podrían existir más víctimas. Los agentes del Grupo de Delitos Informáticos está visionando la totalidad de archivos que se han intervenido tras la entrada y registro de la vivienda del presunto pederasta, así como de su despacho en el centro escolar de la localidad madrileña.

El primer dispositivo analizado fue una cámara de pequeñas dimensiones tipo "GoPro", que fue encontrada por una vecina de Valdemorillo, quien al visualizar la tarjeta de memoria encontró varios vídeos de niñas que habían sido grabadas en un despacho. La mujer rápidamente puso las pruebas en manos de la Guardia Civil.

Diez días después y tras las primeras investigaciones se detuvo al docente el pasado 29 de junio en las propias instalaciones del colegio Virgen de Europa de Boadilla como el presunto autor de las imágenes. Ahora, según las últimas pesquisas se cree el que docente tendría dos dispositivos de grabación. Uno que usaba en clases de audiovisuales para rodas películas y otra con la que supuestamente grababa a las niñas desnudas.

El profesor solía rodar películas con los alumnos debido a una clase extraescolar que impartía el centro. A pesar de que a las niñas les decía "traeros el bañador" nunca llegaron a sospechar sobre otros intereses debido a la confianza que mantenían.

Según han señalado fuertes cercanas a la investigación, el docente instalaba una piscina hinchable a disposición de las jóvenes para que descansaran durante el rodaje, llegándose a cambiar hasta en cinco ocasiones por cada grabación en frente de una cámara que desconocían.

Tras perder la mochila con las grabaciones y la cámara, la cual creyó que había sido robada por un alumno, aunque en realidad fue encontrada por una vecina de Valdemorillo, el supuesto pederasta comenzó a deshacerse del resto de grabaciones que había estado almacenando. Por un lado destrozó con una broca una docena de discos duros, así como por otro lado intentó ocultarlos en paredes y muebles de su domicilio, según los últimas relatos ofrecidos por los investigadores.

Durante el registro en su vivienda, en la que se encontraron los dispositivos mencionados, el docente se mostró "absolutamente" tranquilo y calmado, aseguran las mismas fuentes.

Ahora la magistrada también ha citado en enero al director del centro escolar, quien es hermano del investigado, para escuchar su testimonio y conocer cómo actuó el colegio tras hacerse público lo ocurrido. Desde las familias afectadas señalan que el profesor no fue aparatado del centro por la dirección del mismo, sino que fue apartado por el juez.