España sufre un aumento “inusual” de laringitis, bronquitis y gripe: “Es como un invierno adelantado”
La incidencia de las infecciones respiratorias ha aumentado 100 puntos en una semana
Los médicos de familia afirman que la cantidad de casos de gripe, bronquitis y laringitis es inusual para un mes de octubre
No haber estado expuestos a los virus durante dos años ha disminuido la inmunidad de rebaño frente a gripe, VRS y otros patógenos
Los pediatras lo comentan entre ellos, y las familias lo ven a su alrededor: hay muchos casos de laringitis víricas agudas. Tanto que están causando una afluencia inusual a urgencias en niños muy pequeños. La covid ha trastocado durante dos años las epidemias de los virus habituales y en este otoño se espera que la incidencia sea la que había antes de la pandemia, o incluso más. Los menores han tenido poco contacto con las infecciones en las últimas temporadas y no tienen inmunidad previa, así que es posible que el curso de las enfermedades sea más grave de lo que era general antes de la covid.
Las laringitis están causadas por virus, y en bebés puede llegar a provocar insuficiencia respiratoria. La laringe se inflama tanto que no deja pasar bien el aire. Es muy frecuente en invierno, y extremadamente contagiosa. En las últimas semanas está aumentando la incidencia de todas las infecciones respiratorias. La tasa el 2 de octubre era de 609 casos por 100.000 habitantes, frente a 502 la semana anterior. Sobre todo hay covid, gripe y VRS (el virus que provoca las bronquiolitis en los bebés, y que es la primera causa den hospitalización en la primera infancia). De hecho, la positividad de SARS-CoV-2 y de gripe ha descendido y la de VRS ha aumentad.
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Lorenzo Armenteros, médico de atención primaria y portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, explica que este aumento de las infecciones respiratorias es muy temprano: "En adultos la época de la laringitis es más entrado el frío. Este otoño estamos viendo en los centros salud patología respiratoria que no es habitual".
El pediatra Roi Piñeiro, jefe de pediatría del Hospital Universitario General de Villalba (Madrid), ha comentado en sus redes sociales del aumento de las laringitis. Compañeros de profesión han corroborado que el otoño está siendo intenso respecto a esta dolencia, y que la fiebre está siendo en los niños más prolongada de lo habitual.
Laringitis llamativas, muchas leves, pero que duran bastantes días, con estridor inspiratorio (ruido al respirar), afonía y tos metálica, describen los pediatras. Piñeiro comenta a NIUS que estas enfermedades siempre han tenido ondas epidémicas. Armenteros, por su parte, afirma que los picos de las infecciones respiratorias suelen verse, en adultos, en diciembre y enero. "Y es muy extraño ver gripe ahora, y la estamos detectando. Antes de la pandemia no sospechábamos que hubiese gripe en octubre, y sin embargo ahora la diagnosticamos bastante. Es muy raro por lo temprano y por la temperatura. Con este calor no solíamos ver tantas infecciones respiratorias. Y en las últimas semanas vas a un centro de salud y nada más que oyes toses. Estamos viendo un invierno adelantado", opina el médico de familia.
Francisco Sanz, secretario del área de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), coincide con Piñeiro en que, más allá de la percepción en los centros de salud, los datos de incidencia son parecidos a los que había en estas fechas antes de la pandemia. "Las infecciones respiratorias, aparte de la covid, han estado casi desaparecidas durante la pandemia, y ahora están volviendo a su comportamiento anterior". Lo que sí prevén es que haya más transmisión de las enfermedades.
La causa: falta de inmunidad
La causa, afirma Sanz, es que el cuerpo no recuerda cómo defenderse de estos virus porque no ha tenido contacto con ellos en las últimas temporadas. "La inmunidad frente a las infecciones respiratorias no es demasiado duradera, así que dos años sin habernos contagiado provocan que ahora seamos más vulnerables a ellas", explica el neumólogo. Lo bueno es que, al ser en su mayoría dolencias leves, la población se defenderá adecuadamente contra ellas, salvo personas con el sistema inmune debilitado u otras patologías de riesgo. Armenteros también considera que la escasez de contagios de estas enfermedades los dos años de pandemia ha creado una falta de inmunidad previa en la población: "Se ha perdido la inmunidad de rebaño que había otros años por infecciones anteriores. Se contagia más gente, que a su vez es más contagiosa, y que pasa la enfermedad más grave porque su cuerpo llega a ella virgen contra estos virus".
Las sociedades médicas implicadas, sobre todo las de medicina de familia y enfermedades respiratorias, alertan de que los virus respiratorios pueden retornar con fuerza esta temporada: encuentran menos barreras al contagio -porque hay menos restricciones, no hay confinamientos- y la covid ya no tiene la supremacía genética del año pasado. Con el coronavirus debilitado por la vacunación masiva ahora todos los patógenos pugnan por ser los dominantes.
El virólogo José Antonio López, que explica que “cuando un virus circula de forma estacional va inmunizando a las personas y con el buen tiempo, más actividades al aire libre… el virus va desapareciendo”. Pero ahora se han invertido los roles: hemos estado muy protegidos, no nos hemos expuesto casi a patógenos y ahora vamos a exponernos de nuevo, así que cabe esperar cierto repunte.
En la misma línea se muestra José María Eiros, experto en gripe, microbiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. Explica que el problema de que apenas haya habido gripe las dos temporadas pasadas es que "se ha producido poca inmunidad natural (la que se genera por contagio), sobre todo en niños pequeños que ni han tenido contacto con el virus ni se han vacunado". Esta situación es inédita: "Nunca habíamos visto un silencio tan prolongado de gripe. De alguna manera, las medidas de distancia social, la mascarilla, no frecuentar lugares con aglomeraciones han evitado que la gripe haya circulado, que haya contagiado a mucha gente. Esto puede provocar que las siguientes temporadas de gripe sean más precoces y más fuertes. Esto no implica mayor gravedad -aún no lo sabemos- sino una temporada con mayor número de casos, e incluso más larga", afirma Eiros.