La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a un año de prisión y cinco de libertad vigilada a un hombre que reconoció haber abusado de la hija de su pareja cuando la menor de edad se encontraba abatida y en situación de duelo por la muerte de su madre apenas cuatro días antes.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, le impone también una orden de alejamiento en cumplimiento de la cual no podrá acercase a menos de 500 metros de ella por tiempo de cinco años y, además, deberá indemnizarla con quince mil euros, de los que antes del juicio había consignado cuatro mil.
El relato de hechos probados señala que los mismos se produjeron en el domicilio del acusado, que contaba con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, al que la menor había acudido a petición de aquel porque le había dicho que quería enseñarle unas fotografías de su madre.
Al poco de llegar a la vivienda, la chica se vio sorprendida con el comportamiento del acusado, que, “guiado por un ánimo lúbrico”, comenzó a besarla en cuello y boca y a efectuarle tocamientos; al mostrar la menor su rechazo le dijo que se tranquilizara, “que no pasaba nada”.
Después, la echó sobre la cama y abusó de ella, pese a la resistencia de la joven, llegando incluso a realizar movimientos similares a los de un coito, dice la Sala, finalizando la situación cuando la menor aprovechó el momento en que el acusado había ido al baño para huir de allí al estar la puerta sin cerrar con llave.
Dice la sentencia que la menor presenta un estado de ansiedad y depresión que fue generado por los hechos ocurridos o, cuanto menos, que se vio mantenido y exacerbado por los mismos y que ha requerido tratamiento psicológico especializado.
El tribunal ha acordado dejar en suspenso el cumplimiento de la pena privativa de libertad por dos años a condición de que durante ese tiempo no vuelva a cometer delito alguno y abone los once mil euros de indemnización que tiene pendientes, que podrá abonar en 22 plazos mensuales consecutivos de quinientos euros.