La lacra del racismo en el deporte continúa extendiéndose. También entre aficionados, e incluso en los niveles más inferiores, entre los más pequeños, como ha ocurrido recientemente en Sant Vicenç de Castellet, donde el entrenador del Fútbol Club Pirinaica decidió parar el partido contra el equipo local, –el Fútbol Club Sant Vicenç de Castellet–, sacando a sus jugadores del terreno de juego tras los gritos que estaba recibiendo uno de los niños. Los hechos, que han generado indignación como en otros casos de racismo y violencia, han sido denunciados también a través de las redes sociales, desde donde se han multiplicado los mensajes de condena por lo sucedido.
Si la Fiscalía de Madrid decidía abrir diligencias para estudiar los gritos racistas contra Vinícius Júnior, jugador del Real Madrid, durante el último derbi contra el Atlético de Madrid, mientras este martes en París, durante el amistoso que enfrentaba a Brasil y Túnez en el Parque de los Príncipes, desde las gradas lanzaron plátanos a Richarlison, delantero de ‘la canarinha’, ahora lo que trasciende es lo ocurrido en un partido entre niños en la localidad barcelonesa.
Concretamente, todo se produjo cuando estaba a punto de finalizar el partido de infantil (12 años) entre ambos equipos, el el Fútbol Club Sant Vicenç de Castellet y el Pirenaica. En ese momento, varios niños insultaron a un miembro de estos últimos con comentarios racistas, al tiempo en que gritaban imitando los gritos de un mono. Fue entonces cuando el entrenador de su equipo decidió suspender el partido.
Así lo explica Gerard Checa, presidente del Fútbol Club Pirinaica, quien señala que el niño que ha sido víctima de este episodio se encuentra bien, aunque aún “con un poco de shock” por todo lo ocurrido. Por ello, desde el club, incide, están en constante contacto con él y su madre, así como un psicólogo del equipo está también pendiente del estado del resto de sus compañeros, quienes también se encuentran dolidos y apoyándole.
Denunciando que estos hechos suceden por desgracia demasiado a menudo en el ámbito del fútbol y, especialmente “después de la pandemia”, Checa ha contado que no hace ni siquiera una semana desde que tuvieron que enfrentarse a un episodio similar. En aquel caso, fue el entrenador de uno de sus equipos el que recibó insultos xenófobos, abandonando el campo.
Frente a ello, desde el club se incide en la importancia de fomentar el respeto y la empatía hacia el resto de los equipos, y demandan que todo el mundo luche por fomentar los valores más nobles del deporte, rechazando el racismo, la violencia y el odio.
A este respecto, no obstante, desde el Pirinaica destacan la respuesta del otro club, el Fútbol Club Sant Vicenç de Castellet, señalando que han estado continuamente en contacto, apoyando la investigación para dar con los responsables y condenar los hechos.
Dando cuenta de ello, el propio club local emitió un comunicado en el que explicaba que los autores de los insultos racistas fueron jóvenes “de entre 11 y 14 años” y “no provenían en ningún momento de ninguno de los jugadores ni miembro del equipo técnico local, ni de los padres de los jugadores locales, alguno de los cuales precisamente reprochó a los menores dichos insultos”.
Así, ahondando en lo ocurrido, añaden que están “trabajando conjuntamente con el Ayuntamiento” para identificar a los responsables.
Concretamente, de forma íntegra, en el comunicado expresan:
“En relación a los hechos ocurridos ayer, de los que no se han podido recibir imágenes, y una vez el club ha hablado y contactado tanto con la directiva como el entrenador del FC Pirinaica, técnicos del equipo local, público presente en el sitio, y analizado el acta arbitral, la Junta directiva, reunida esta tarde, quiere hacer las siguientes consideraciones:
Constatar que se produjeron insultos, alguno de ellos de cariz racista, contra un jugador del equipo rival, que por supuesto condenamos y consideramos intolerables y fuera de los valores que defendemos tanto nuestro club como los que formamos parte. Y que estos hechos no fueron conocidos por los miembros del Club hasta posteriori a que el partido ya fuera suspendido, momento en que iniciamos los contactos con las partes y la recogida de información.
Especificar que estos insultos procedieron de un pequeño grupo de jóvenes menores de entre 11-14 años y que éstos no provenían en ningún momento de ninguno de los jugadores ni miembro del equipo técnico local, ni de los padres de los jugadores locales, alguno de los cuales precisamente reprochó a los menores dichos insultos.
Manifestar que los menores todavía no han sido identificados y que el club, conjuntamente con el Ayuntamiento de Sant Vicenç de Castellet, trabajamos para poder identificarlos y actuar con contundencia y en consecuencia a los hechos ocurridos.
Desde el club condenamos de nuevo firmemente los hechos sucedidos y remarcar que conjuntamente con el Ayuntamiento continuaremos luchando para que hechos intolerables pero aislados y puntuales como estos no se repitan. Y que continuaremos, como hasta ahora, siendo un club que trabaja por nuestro querido deporte desde unos valores como son la unión, la diversidad y el respeto, de mano de nuestros jugadores, técnicos, padres y aficionados, de los que nos sentimos profundamente orgullosos”.