Un juzgado de Oviedo está investigando la denuncia de una mujer contra su expareja por maltratar al hijo de ambos de 8 años. La mujer aseguró en su denuncia ante la policía que el niño llegó con magulladuras y arañazos y que le obligaron a comer sus propias heces.
El niño llegó a su casa en Oviedo, donde vive con su madre que tiene la custodia, tras pasar unos días con su padre y la pareja de este Ventanielles. El menor, de 8 años, llegó con magulladuras, golpes y arañazos, además de los mofletes hinchados y amoratados, un hematoma en el cuello y un labio roto.
Ante estas circunstancias, la madre del menor interpuso una denuncia en la Policía Nacional del Oviedo el pasado 7 de octubre. En ella relató que el hombre había obligado al niño a comerse sus propias heces tras sufrir un problema estomacal, cuenta El Comercio.
Tras pasar varios días con el padre, la madre –cuenta el citado diario- recibe una llamada de su expareja que le asegura que el niño “se está portando mal, que no está teniendo un comportamiento normal y que se estaba autolesionando; que se había hecho caca encima, que no lo aguantan y que se lo iba a llevar a su casa”.
Según la mujer, su expareja llevó al niño a casa del tío y este a la vez a su domicilio. Al ver a su hijo y escuchar su relato, la madre lo llevó a urgencias y los médicos detectaron “sospecha de agresión”.
Según el relato del menor y consta posteriormente en la denuncia ante la policía que fue ratificada en el juzgado, su padre y su pareja estuvieron tres días pegándole e insultándole con frecuencia hasta que el día 6, en el que, presuntamente, el hombre le había hecho a su hijo tragar sus propias heces al grito de “te cagaste, olvídate de que tienes padre”.
La madre contó ante el juez que mientras eso pasaba la pareja del padre lo grababa todo al tiempo que “le dijeron que eso se lo iban a enseñar a todos los niños del colegio”. Ese día las agresiones fueron mayores, ha contado la mujer, porque le dieron puñetazos, bofetadas y lo agarraron por el cuello.
Esa misma tarde y alertados por los vecinos, una pareja de la policía acudió a la vivienda donde además de la pareja había otras dos mujeres adultas de la familia y los hermanos pequeños de la víctima, fruto de la relación del padre con su actual pareja. Los agentes encontraron al menor en el baño de la casa con los ojos “llorosos” pero “tranquilo”, según el atestado policial.
Los agentes le preguntaron al niño “qué tal estaba” pero no contesto y como no vieron señales de violencia en él, ni suciedad, se fueron sin más.
El caso está en investigación en el Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo. El abogado de la madre del menor solicitará el ingreso en prisión provisional para los cuatro adultos que estaban en la casa. Al padre y a su pareja los acusa de autores de un presunto delito de maltrato continuado. A las otras dos mujeres las considera cooperadoras necesarias porque se pusieron en contacto con la madre del menor reiterando la versión del padre.
El padre del niño tiene antecedentes y ya ha estado en prisión por robo.