Un vecino de la localidad toledana de Casarrubios del Monte ha hallado este martes por la mañana el cadáver de una persona que podría corresponder al de Isabel del Castillo Hortelano, una mujer de 57 años con Alzheimer que lleva desaparecida desde hace un mes.
El cadáver ha sido hallado en un camino abierto situado a unos 20 kilómetros de Navalcarnero, localidad en la que vive y en la que vieron a la desaparecida por última vez el 19 de agosto en una zona de autobuses. Si se confirma que se trata del cadáver de Isabel, posiblemente se hubiera desorientado por su enfermedad y hubiera acabado allí, alejada de la gente y sin posibilidad de ayuda.
Hasta el lugar se han desplazado agentes del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, que todavía no han identificado los restos humanos encontrados, ni de momento puede determinarse su sexo o edad aparente.
El cuerpo sin vida se encontraba en un paraje abierto, por lo que estaría en avanzado estado de descomposición, por lo que el trabajo policial será minucioso para confirmar lo que se sospecha. Por su parte, serán los forenses los que a través de la autopsia y otras pruebas toxicológicas determinarán cuándo y cómo murió esa persona.
El último rastro de esta vecina de Navalcarnero se sitúa en la salida del municipio por el sur, donde una cámara de seguridad del Ayuntamiento captó su imagen con la misma vestimenta y enseres con los que minutos antes, sobre las 20:30 horas, salió de la casa que compartía con su marido, del que no solía separarse. Los expertos descartaron desde el primer momento una desaparición forzosa o voluntaria.
Según el trazado dibujado por la Guardia Civil, gracias a las pesquisas realizadas, Isabel, días después de volver de un viaje a Grecia, estaba siguiendo un camino que era habitual en su día a día, pero en un punto cercano a la salida 32 de la A-5 pudo despistarse o confundirse a consecuencia de la enfermedad que padece.
Para su búsqueda se ha empleado todos los medios posibles para intentar encontrarla. La Benemérita, que ya rastreó Navalcarnero y otras zonas colindantes durante el fin de semana en el que se perdió la pista de Isabel, coordinó varios operativos de búsqueda en el que participaron casi 250 personas: 120 allegados y voluntarios, agentes forestales, policías locales de Navalcarnero, 50 voluntarios de Protección Civil y otros tantos agentes de la Guardia Civil.
En los carteles colocados figuran que la desaparecida mide 1,65 metros de estatura, tiene una complexión normal, su pelo es de color rubio y canoso, y tiene los ojos de color marrón. Además, utiliza gafas de ver. Tiene Alzheimer incipiente desde hace dos años, por lo que puede tener muchos momentos de demencia y desorientación y otros pocos de lucidez.