La Audiencia Provincial de Lugo acoge esta semana el juicio por la violación de una menor. El acusado niega haber agredido a la chica. Ella, en cambio, ha sido rotunda en su declaración: “Me tiró por las escaleras y me tapó la boca para que no gritase”.
El imputado por violar a una menor en las Navidades de 2019 ha negado las acusaciones en el juicio. El hombre, que tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos, sostiene que ni siquiera estaba en la ciudad de Lugo y que lo denunció porque "había discutido con su exnovia que es su amiga”.
El acusado afirma que conoció a la chica porque le compraba porros habitualmente y con el tiempo empezó a salir con su amiga. Los tres empezaron, cuenta en una información de La Voz de Galicia, a pasar mucho tiempo juntos los tres. “Un día, ella intentó besarme en el portal. Yo me aparté y ella se enfadó. Poco después, discutí con su amiga y ella se metió en medio. Creo que esas fueron las cosas que hicieron que me denunciase por algo que no hice”, ha afirmado en la Audiencia Provincial de Lugo, donde esta semana se celebra el juicio.
El hombre cuenta que ella publicó en redes que él le había violado y que cuando le pidió explicaciones no le respondió. El mismo día que ella fue a comisaría a denunciar la violación, él la demandó a ella.
La víctima, que sigue siendo menor, ha narrado, tras un biombo, como sucedió la agresión sexual en el portal del edificio donde reside la abuela del procesado. “Aquel día, él trató de besarme. Yo le dije que no quería, pero él insistió. Me agarró fuerte, me empezó a tocar y me tiró por las escaleras hasta el rellano. Luego, se me subió encima y me inmovilizó. Me quitó los pantalones y la ropa interior y me violó”.
“Me tapó la boca para que no gritase. Yo le decía que parase y que se quitase de encima. Cuando por fin paró, me dijo que solo me dejaba porque le daba pena. Yo le dije que si se daba cuenta de que me había violado, pero él me dijo que no, porque yo en el fondo quería que me hiciese eso porque era una puta”, ha contado la chica.
La víctima ha contado en el juicio que no contó lo sucedido por vergüenza y “porque no quería que lo dejase con mi amiga. Ha asegurado que publicó la historia en redes mucho tiempo después de la violación. “Fue mi familia la que me animó. Yo no quería porque tenía miedo. Su hermano (del acusado) me amenazó cuando subí las historias. Me dijo que si me había hecho eso era que me lo merecía, por puta”.
La joven sufrió graves secuelas psicológicas, según la Fiscalía y la acusación particular. Estuvo ingresada en el ala de psiquiatría del Hospital de Lugo durante varios meses.
El acusado se enfrenta a una pena de cárcel de hasta 15 años y al pago de una indemnización para la víctima de 60.000 euros.