Noche muy intensa la que han vivido los vecinos de la Sierra de Granada, con las llamas amenazando sus viviendas. El fuerte viento cambiante, con rachas de más de 50 kilómetros por hora ha obligado al confinamiento de varias localidades, sobre todo por el peligro que suponía la densa humareda. Afortunadamente, la medida ya se ha declinado después de que el Plan Infoca haya rebajado el nivel de alerta del incendio declarado el pasado jueves en el municipio de Los Guájares. Las autoridades lo dan por estabilizado.
El fuego ha devastado unas 5.100 hectáreas de la sierra de dicha localidad y en los municipios de Albuñuelas, El Valle, El Pinar y Vélez de Benaudalla. Los vecinos tuvieron que huir de un peligro demasiado cercano. Especialmente los de Los Azebuches e Ízbor, que vieron las llamas a las puertas de sus viviendas: "A 10 metros", ha comentado una mujer. La mejora de las condiciones climáticas y la incesante labor de los bomberos han hecho posible la ansiada vuelta a casa.
El incendio ha trazado un perímetro de 60 kilómetros: sale del nivel 1 y deja de ser peligroso para la población. Ya no queda llama viva, pero sí mucho humo y rescoldos. Las rachas de viento pueden hacer que todo vuelva a cambiar. El trasiego de helicópteros sigue siendo constante en la Sierra de Granada. Hasta 26 medios aéreos y más de 300 bomberos están operativos. Los cortes de carretera poco a poco se levantan, aunque la vigilancia es máxima. En las próximas horas, el frente podría estar controlado.