Juzgan a un hombre que dejó morir a su pareja tirada en una cama sin cuidarla ni lavarla
El jurado de Manresa deberá decidir si el acusado dejó morir a su esposa por su desatención o ignoraba el riesgo mortal que corría al cuidarla
La Fiscalía pide 13 años de cárcel para el acusado por homicidio al dejar morir a su mujer sin atenderla, ni darle la medicación
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Un hombre de 63 años dejó morir a su pareja, una mujer con una enfermedad respiratoria a la que llevó a un hospital de Manresa con larvas en el pelo y llagas infectadas. No la atendía. ni medicaba , tampoco la lavaba, a pesar del elevado estado de dependencia de la enferma. La Fiscalía pide 13 años de prisión por homicidio.
Según el informe de la Fiscalía de Manresa el acusado durante meses omitió "el deber de cuidado y la obligación de velar por su esposa que imponían no sólo el vínculo matrimonial sino la propia convivencia". Además, subraya que "nada hizo por evitar que la situación se fuera agravando progresivamente" lo que aceleró la muerte de la mujer de 57 años, con la que llevaba casada desde 2008.
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La mujer fue llevada al hospital por su marido, el acusado, poco antes de su fallecimiento. Los médicos activaron el protocolo para estos casos, al detctar que tenía "múltiples úlceras infectadas" por todo el cuerpo ya que no la habían cuidado ni lavado ni medicado durante meses.
El Ministerio Público detalla que el procesado siguió haciendo "vida normal", pese a la mala salud de su esposa por lo que continuaba saliendo cada día y relacionándose con otras personas.
También recoge que el piso en el que convivía con la fallecida presentaba "un estado total de dejadez y abandono, por falta de higiene y de limpieza llegando a alcanzar el mal olor a los apartamentos colindantes".
Los investigadores creen que el hombre la dejó abandonada deliberadamente para que muriera
La tesis de la investigación policial de que el marido deliberadamente decidió no actuar para salvar a su esposa, desatendiendo todas las señales evidentes que exteriorizaba el cuerpo de la mujer y que, inequívocamente, apuntaban a que sin atención médica la estaba condenando a morir.
La fallecida podría haber muerto al sufrir una depresión aguda que fue empeorando su estado y aceleró su muerte.
El proceso judicial que arranca hoy deberá aclararse si, con su actitud, causó la muerte de su mujer lo que sería considerado homicidio o por el contrario, actuó solo de forma imprudente o negligente.