“Mi hijo tuvo mala suerte. Se saltó un semáforo en rojo, el del Paseo de la Castellana de Madrid, y días más tarde, le cazaron por exceso de velocidad. El caso es que llegaron a casa dos multas, cada una con la pérdida de cuatro puntos. Él tenía que trabajar y llevar a los niños al colegio todas las mañanas y le dije que como yo no cogía mucho el coche, me identificara a mí como conductora. Así perdí 8 puntos de una tirada”, cuenta Soledad. El suyo es un nombre ficticio pero su historia es muy real. Tiene 73 años, vive en Madrid y no quiere que aparezcan sus datos en este artículo para evitar problemas legales.
Pero la cosa no quedó ahí. "Al cabo de unos meses mi otro hijo me hizo lo mismo. Me volvió a identificar como conductora por sus infracciones y me quedé a cero. Perdí todos los puntos. Llevo más de cinco años sin puntos y no he hecho nada por recuperarlos. Ahora me arrepiento mucho, porque de vez en cuando sí que me gustaría o necesitaría coger el coche, aunque sea para hacer la compra o para llevar a mi marido al médico”, explica Soledad, un tanto compungida. "Por ejemplo, el otro día mi marido se encontraba mal y como no puedo coger el coche tuve que llamar a un Cabify para llevarle al hospital. Un desastre. Tengo que recuperar mis puntos. ¡De este invierno no pasa!", cuenta.
“Si quiero recuperarlos, tendría que hacer el curso que dura un fin de semana y creo que solo me dan seis puntos. Como han pasado tantos años lo mismo me han dado alguno, porque, lo que es seguro es que no he vuelto a cometer ninguna infracción", dice entre risas. Una cosa tiene clara. "Tengo que ponerme en serio y hacerlo, pero eso sí, se acabó eso de dar mis puntos a mis hijos, que sean prudentes".
“España es el país de la Unión Europea con más abuelas infractoras”, dice Mario Arnaldo, director de la Automovilistas Europeos Asociados (AEA), medio bromeando, medio en serio. Asegura que el de Soledad no es un caso aislado. Hay muchas personas mayores que usan poco el coche y que 'regalan' sus puntos a los familiares que cometen infracciones y que no han sido identificados.
En España, muchas de las denuncias llegan al domicilio sin que se haya puesto nombre al conductor. Por eso, lo primero que hay que hacer es identificar quién conducía en el momento de la multa. La DGT no puede cargarlas directamente al propietario del vehículo si no consigue identificar a quien cometió la infracción, especialmente si le retiran puntos.
Cuando no se identifica al conductor, el propietario del vehículo recibe una sanción por no colaborar con la Administración. Identificar al conductor es una obligación de acuerdo al texto legal (LSV), que dice lo siguiente:
Artículo 9 bis. - Obligaciones del titular del vehículo y del conductor habitual.
La multa se dobla o triplica si no se acepta la culpabilidad ni se señala al culpable.
Según datos de la AEA en 2021 la Dirección General de Tráfico (DGT) formulo 3.056.437 de denuncias por exceso de velocidad de las que 2.192.661 fueron por radares fijos de pórtico y el resto, 863.776, fueron radares móviles. De estas denuncias de radares móviles la Guardia Civil de Tráfico solo paró e identificó al conductor en 253.377 casos. Esto supone que de todas las denuncias solo se ha identificado al conductor en el 8% de los casos. Luego el 92% ha recibido una multa en su domicilio tiempo después.
El problema "real" de la picaresca de la que hablamos son las que conllevan pérdida de puntos. Por eso, de este 92%, la AEA calcula que el 30%, unas 900.000 denuncias conllevan pérdida de puntos. "En 72.000 sí se identificó y paró al conductor en el momento de la infracción. Después, de las 828.000 denuncias que llevan pérdida de puntos y que no ha sido identificado el conductor calculamos que en el 20% de los casos se podría estar dando esta situación, en la que los propietarios de los vehículos identifican a otro conductor para no perder ellos los puntos. No sabemos si abuelas, madres, amigos o quién lo hace, pero esta situación existe", explica Arnaldo.
“Lamentablemente está primando la recaudación de la sanción. Enviar una multa por exceso de velocidad al cabo de un mes no hace el efecto preventivo que debe hacer. Si a un conductor que va muy rápido, y pone en peligro su vida y la de los demás, le paras en eses momento y le pones una multa, va dejar de correr e irá más despacio, por lo menos durante unos días. Esto si tiene el efecto protector que debe tener la denuncia. Si al cabo de un mes le llega una multa, probablemente ni se acuerde de cuando pasó y volverá a correr”, explica Arnaldo.
Así lo exponía también la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que denunciaba que el 40 por ciento de las multas de los radares de Tráfico son notificadas directamente en los domicilios de los ciudadanos debido a la falta de agentes del Instituto Armado encargados de elaborar el boletín de denuncia. "Está primando la recaudación de la sanción", lamentan, frente a la "función real" de los agentes, que debería primar la "prevención".
En una carta dirigida al responsable de la DGT, Pere Navarro, AUGC anima a abrir una reflexión sobre el uso actual que se está haciendo de los radares móviles.
Hace unos días Guardias civiles del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) denunciaba que ha pillado a 91 conductores que han comprado puntos a un conductor, que asumía la multa, identificándose como responsable de la sanción. Cobraba entre 70 y 200 euros que le abonaban por bizum. Hasta el momento se han imputado a estas 91 personas a lo largo del territorio nacional por su supuesta implicación en un delito de falsedad documental, con actuaciones en las comunidades de Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón, Illes Balears, Comunidad Canaria, Castilla y León, Murcia, Galicia, Cantabria, Navarra, País Vasco, Extremadura, Cataluña, La Rioja y Andalucía.
El hombre, de nacionalidad armenia, se hacía cargo de todo y se ha quedado en su documento con un saldo de 321 puntos en negativo, según los investigadores. El caso se abrió en 2021 después de que un conductor de una moto huyera en Mallorca de un control policial y casi atropellase a un agente. Al indagar sobre la matrícula llegaron a la conclusión de que un ciudadano armenio asumía toda la responsabilidad de las infracciones, eximiendo de este modo al titular de la moto.
Arnaldo cree que la venta de puntos por Internet son las menos, cree que es mucho más fácil pedírselo a un amigo o familiar que pierda dos puntos por ti, o como el caso de Soledad, se quede sin puntos por ayudar a sus hijos.
Si pierdes todos los puntos, pierdes tu carnet de conducir. Para recuperarlo tienes que:
Cabe recordar que conducir sin puntos por haber perdido el carnet de conducir es delito (art. 384 Código Penal) y está castigado con pena de prisión de 3 a 6 meses o con multa de 12 a 24 meses, o con trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. La sanción que imponga el juez dependerá de las circunstancias de cada caso.
Los cursos de recuperación parcial de puntos son presenciales -estos son los centros donde se imparten-, de 12 horas lectivas de duración y tras su realización puedes recuperar un máximo de 6 puntos de tu carnet de conducir. Se puede hacer una vez cada dos años o cada año en el caso de los conductores profesionales.