Un hombre está siendo juzgado en Barcelona por aprovecharse de su madre de 88 años para vaciarle las cuentas y apropiarse de todo su dinero. Por esta causa la Fiscalía pide contra este hijo... una pena de siete años y cuatro meses de prisión por abandono de su progenitora.
La Audiencia de Barcelona juzga a este hombre por abandono y estafa a su madre, una mujer de avanzada edad y con una discapacidad severa . El acusado desatendió las necesidades de su madre y los servicios sociales tuvieron que intervenir ante el estado en el que encontraron a la anciana.
A punto de la deshidratación, llevaba días sin comer ni beber y sola sin poder salir de casa, porque no podía valerse por sí misma. La casa, que compartía con su hijo, estaba sucia y en la nevera encontraron comida en mal estado.
Según el informe de la Fiscalía el hombre urdió “un plan preconcebido para “desvalijar el patrimonio de su madre”, porque además de no atenderla la convenció para vender el piso, propiedad de la mujer y comprar otro que puso a su nombre. . “El dinero no fue repercutido en beneficio de la mujer sino que fue destinado a sufragar deudas personales del acusado
En España es un delito el abandono de la familia. Está recogido en el código penal y como familia se entiende cualquier persona que forme parte de este ámbito; de hijos a padres y de padres a hijos.
Este delito, desconocido por muchos, se agrava si la persona es dependiente, como en este caso del hombre que está siendo juzgado en Barcelona por el abandono de su madre octogenaria.
Son más de dos millones de ancianos que viven solos en España. En muchos de estos casos, los hijos no quieren ocuparse de ellos. Desde el área de Inclusión de Cruz Roja, Joaquín Pérez habla de visibilizar el problema para que la sociedad se conciencie.
Los datos revelan que son muy pocos los casos de denuncia por abandono de los hijos a sus padres. La Fiscalía cree que las personas mayores tienen una dependencia física y emocional hacia sus hijos y cuidadores que hace que no sean conscientes de que este comportamiento es un delito.
Existe un derecho penal, pero también un derecho a ser cuidados y queridos en el último tramo de la vida.