El caso de la mujer que ha simulado su secuestro en Tenerife para exigirle a su madre un dinero, no es un caso aislado y lo saben bien las fuerzas policiales, que cada año detectan numerosas simulaciones de secuestros por los más diversos y sorprendentes motivos.
En uno de los casos una mujer llama a su marido para pedirle 6 mil euros, supuestamente está secuestrada, consigue que le pague una parte y sin ir más lejos, la sorprenden sana y salva gastándose el dinero del rescate en ese bingo.
Las cámaras de seguridad también captan cómo dos personas secuestran a un hombre y le piden 5.000 euros a su familia, la sorpresa llega cuando descubren que todos ellos están compinchados.
Aunque para rocambolesco, el caso del concejal Bartolín, hace 24 años se inventó que dos etarras le habían secuestrado en el garaje de su vivienda. La farsa apenas le duró 24 horas, pero él la defendió hasta cuando todo el mundo sabía que era mentira: “Yo estoy tranquilo y tengo la conciencia tranquila”, decía.
Poca tranquilidad quienes están al otro lado del teléfono, bajo amenazas y coacciones, falsos secuestradores fingen tener retenido a un familiar: “me decían que iban a matar a mi hija si no les daba 5.000 euros”
En cualquiera de los casos, juegan con el miedo de terceras personas para obtener un beneficio