“Aún es un escenario por afianzar, pero es posible que la península ibérica tenga que poner el ojo a la formación de un huracán tan anómalamente alto en latitud. Las trayectorias previstas por los modelos apuntan a nuestra región”. La advertencia la lanzaba este miércoles Juan Jesús González Alemán, físico y meteorólogo de la AEMET. ¿Un posible huracán formándose cerca de España?
En un hilo de Twitter, este investigador en ciclones y cambio climático explicaba que es un escenario “posible”, sólo posible, pero sorprendente. Por lo anómalo de que un ciclón tropical esté formándose en estas latitudes, tan al norte, tan cerca de la península.
¿Es factible que ocurra esto? ¿Puede acabar llegando un huracán a España? De momento solo hablamos de probabilidades, de predicciones, pero todas las de los meteorólogos apuntan en la misma dirección. El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. también alerta de ello. Y da un 70% de probabilidades a la formación de este ciclón en los próximos cinco días.
Desde EE.UU., el meteorólogo Mario Picazo nos lo confirma. “El Centro Nacional de Huracanes tiene el ojo puesto en una perturbación, una pequeña borrasca que se está desarrollando y que tiene potencial de convertirse en ciclón tropical, luego sería tormenta tropical y podría incluso llegar a categoría de huracán”.
Picazo, que actualmente es profesor de Meteorología y Cambio Climático en la Universidad de California (UCLA), explica que también “el modelo europeo, que es el que mejor funciona”, predice una trayectoria similar. Para dentro de una semana, concretamente “para el jueves de la semana que viene, lo pondría rozando el noroeste peninsular”.
El meteorólogo insiste en que todavía “es muy difícil saber si eso va a pasar, porque a lo mejor se va hacia el norte y no pasa nada”. Pero “a día de hoy, ahora mismo, la predicción es que se vaya reforzando, que pasará por Azores y que rozaría Galicia”. El propio NHC estadounidense apunta lo mismo, que Azores podrían ser las primeras afectadas y que esa sería su trayectoria.
Que vaya a ser finalmente un huracán no es fácil saberlo ahora mismo. “Según cómo se intensifique, y eso es muy difícil de pronosticar con tantos días”, advierte Picazo. Él habla, a día de hoy, de “pequeña perturbación, huracán, tormenta tropical, extratropical…”, todavía sin poder definirlo claramente. Pero una cosa tiene clara: “Le tenemos que seguir la pista”. González Alemán apunta lo mismo. “Es un escenario bastante serio y representativo como para monitorizar y estar pendientes”.
Picazo coincide con González Alemán en que es “una formación un tanto anómala, pero no imposible”. Explica que “ha habido otros huracanes que se han formado en latitudes medias, como este”. De hecho, si nos remontamos dos años atrás, encontramos a Lorenzo, un huracán que en 2019 a punto estuvo también de llegar a España, aunque finalmente no lo hizo. Nunca un huracán tan potente (llegó a alcanzar la categoría 5) se había acercado tanto a Europa.
Otros, como Ophelia en 2017, se quedaron muy cerca. Tanto, que sus fortísimos vientos sí llegaron a notarse en las costas gallegas. Pero finalmente, el huracán afectó sobre todo a las islas británicas. Y si seguimos mirando atrás, en los últimos 15 años tenemos a Vince, Delta, Leslie… Huracanes que nos tuvieron en vilo, aunque dejaron de serlo antes de llegar.
Ejemplos de huracanes con rutas "anómalas", estos últimos años, no faltan. Picazo explica que “es habitual que se formen bastante más al sur, en zonas tropicales, pero como el agua está caliente en el Atlántico Norte, hay energía para que se formen”. Si la dinámica de la atmósfera es la adecuada, añade, eso hace el resto.
Porque detrás de todo esto, una vez más, está el cambio climático. Picazo lo explica así. “Esto cada vez es más habitual porque con el cambio climático, las temperaturas del agua son cada vez más altas, incluso en latitudes altas, y eso es la gasolina que necesitan los huracanes. Es algo que vamos a ver cada vez con más frecuencia, que yo he comentado desde hace años y años”.
Y no es el único que lleva tiempo advirtiendo de esto. Otros meteorólogos alertaban de lo mismo, cuando estábamos pendientes de Lorenzo. Ángel Rivera, meteorólogo y ex portavoz de la AEMET, era muy claro al respecto. “Es algo que en el futuro nos puede afectar más, habría que estudiarlo más y estar más preparados. La atmósfera tropical se expande hacia el norte, y con ella sus fenómenos asociados. En Europa hay que ponerse las pilas en esto, investigar más, destinar más recursos. No hay que ser alarmista, pero sí prestarle más atención a este tema”, advertía.
Rubén del Campo, actual portavoz de la AEMET, lo explicaba así: “El mar se está calentando, eso es algo que ya está ocurriendo, ya se ha constatado. El agua caliente se está extendiendo, así que cabe pensar que, con más agua caliente, la zona donde se pueden formar los huracanes será más amplia”. La temperatura del agua no es lo único que propicia la formación de huracanes, entran en juego otros factores, pero sí es muy importante.
Si el agua caliente alimenta a los huracanes, el agua fría actúa como freno. Y eso es lo que hace que, hasta ahora, no lleguen hasta aquí. Nuestras aguas son frías. Los huracanes nos suelen llegar ya convertidos en borrascas, de mayor o menor intensidad. Pero en un escenario de calentamiento global, esto está cambiando. Y puede que ya no estemos tan a salvo.
Picazo advierte, en relación con España: “Si la dinámica atmosférica es la correcta y hay los ingredientes que tiene que haber, se pueden formar huracanes. A pesar de que estamos protegidos por la corriente de Canarias, que es agua fría que deshace huracanes, esa corriente ha cambiado y cada vez es menos fría”.