Solo Castilla y León concentra el 39% de la superficie afectada por el fuego en territorio nacional. La mitad pertenece a superficie arbolada, siendo Zamora la más damnificada durante este verano. Sin embargo, después de las llamas, ¿qué se hace con la madera quemada?.
Javier Ezquerra, coordinador de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, recalca que es urgente y que hay que retirarla pero sobre todo para evitar plagas o deterioros. Este año, en Zamora los plazos para sacar lotes y convocar subasta se han adelantado.
Así lo reconocen los propietarios, quienes reciben directamente el dinero obtenido por dicha venta. Eso sí, se trata de una cantidad más bien ridícula e insignificante. "Dos euros por tonelada me dan", explica un vecino.
Más del 60% de madera quemada se vende en Portugal e Italia. Y es que en nuestro país no se encuentran compradores fácilmente. Solo la que se va a reciclar de la provincia de Zamora alcanzará en el mercado un valor de 30 millones de euros.
En los terrenos municipales, el 70% del beneficio va para los ayuntamientos. El 30% se destina a tareas de reforestación. Ezquerra recuerda que ese dinero "no se lo queda la Junta, lo único que no puede destinarse a cualquier cosa. No se puede gastar en las fiestas del pueblo".
Para Lorenzo Jiménez, alcalde del municipio zamorano de Villardeciervos, es una forma de recuperar "algo que era nuestro". Sin embargo, Ezquerra deja claro que "realmente, del incendio no se aprovecha nadie".
Todos los años se subasta madera en Europa pero un fuego obliga a modificar sus usos. Y no se puede licitar todo de golpe puesto que es una cantidad enorme que podría colapsar el mercado. En cualquier caso, no es una situación de la que nadie se lucre. Los incendios, en cualquier caso, nunca resultan rentables.